OPINIÓN: Los maestros latinos son modelos fundamentales en nuestras vidas que nos enseñan a seguir adelante
Al ser latino creciendo en los Estados Unidos, especialmente formando parte de la primera generación, buscamos aquellos que cumplen un cierto rol de padre y a quien incluso podamos recurrir para ayuda académica, apoyo, y cariño.
Es importante tener un modelo latino al crecer en los Estados Unidos, no solo para tener una conexión con tus raíces, sino también tener una prueba viviente que podemos lograrlo en el país que retiene estereotipos negativos hacia nosotros.
La mayoría de los padres latinos trabajan arduamente para poder enviar a sus hijos a la escuela y brindarles una vida mejor con más oportunidades. Ellos solo pueden enseñarles lo que aprendieron al crecer en su cultura: una cultura que a menudo nos enseña a ser obedientes a la autoridad y no cuestionar nada. Pero ahora sus hijos están creciendo en una cultura diferente– lo que aumenta la necesidad de tener otro modelo aparte de sus padres en sus vidas, como nuestros profesores.
Educadora Aida Pavello, comparte que una lección importante que aprendió de un profesor latino fue cómo hablar con otros profesores sin sentirse intimidada.
“Necesitamos esos modelos a seguir para mostrarnos que está bien cuestionar las cosas y hablar con adultos altamente educados”, dice Pavello. “En esencia, todavía tendremos éxito, pero será difícil sin algunas lecciones culturales”.
Esto es particularmente importante en nuestras vidas cotidianas para saber sobre nuestros derechos como inmigrantes y reconocer cuando esos derechos son infringidos. De esa manera, no tendremos miedo de hablar con aquellos que tengan una educación o rango laboral más alto.
“Los estudiantes no deben pensar que los profesores están por encima de ellos,” dijo Luis Salaza, estudiante universitario. “Pero como personas, pueden relacionarse y hablar de casi cualquier cosa.”
Después de poner la lección a prueba, Salazar dice que su maestro se convirtió en un buen amigo.
Es importante reconocer que somos diferentes y que seguimos luchando– viviendo en un país que no nos trata como iguales. Es importante que las generaciones más jóvenes reconozcan esa lucha no solo para que la continúen, pero para comprender que todavía pueden obtener una educación superior al seguir otro ejemplo latino.
“Creo que los latinos a menudo eligen creer que la educación es una pérdida de tiempo porque hay poca conexión entre su vida diaria y la educación que reciben”, dijo Pavello. “Debe haber una conexión real e intencional entre la educación y la vida”.
Puede ser más fácil para alguien con más recursos a soñar en grande. Por lo tanto, es importante que ese tipo de educación y ejemplo provenga de quienes han experimentado esas dificultades de tener menos recursos en nuestra comunidad. Tenemos que tomar esas lecciones de un modelo que nos pueda enseñar a ayudar a otros– un modelo que puede reconocer los estereotipos y no ser víctima de él.
Ayina Márquez, estudiante universitaria de primera generación, recuerda a su primera maestra latina. Ella fue quien realmente se preocupó por ella y le enseñó a sentirse orgullosa de ser latina.
“Ella abrió nuestras mentes a la opresión de las minorías y cómo podemos tener empatía por aquellos que tienen menos que nosotros”, dijo Ayina. “Ella me enseñó a estar orgullosa de ser latina y a ser siempre la voz de aquellos que no siempre tienen la oportunidad de defenderse”.
Necesitamos modelos como nuestros maestros latinos para aprender desde una edad temprana que tenemos que romper estereotipos negativos del país que llamamos ‘nuestro hogar.’