OPINIÓN: Las hermanas mayores en familias latinas cargan una responsabilidad pesada

Aunque cada hogar latino refleja dinámicas muy diferentes, hay un aspecto que pocas veces cambia dentro de muchas familias: el rol de la hija mayor.

Las hijas mayores toman un rol significativo, especialmente en los hogares latinos de primera generación, porque desde una edad muy temprana, no sólo asumen una responsabilidad por sus hermanos menores, sino también tienen que combatir las barreras culturales.

Nelly Rentería, es una hermana mayor y maestra de una escuela primaria. Ella indica que al ser la hija primogénita, sintió que tenía que cuidar a sus hermanas para ayudar a sus padres.

“Siento que tuve que guiar a mis hermanas cuando mis padres no pudieron guiarlas”, dijo Rentería. Sus padres pasaban la mayor parte de su tiempo trabajando.

Ella indica que, por ser la mayor, solidificó su capacidad para darles consejos basados en sus experiencias anteriores.

Rentería añadió que cuando su hermana menor estaba considerando una carrera de maestra, ella le dio su punto de vista y le dio consejos con respeto a su experiencia como maestra.

“He vivido las cosas de primera mano”, dijo Rentería.

La estudiante de DePaul, Esperanza Benavides, expresó un pensamiento similar cuando reconoció que aunque solo es dos años mayor que su hermana, siente que las experiencias únicas que ha tenido le han ayudado a desarrollar la pericia necesaria para poder ayudarla.

“Recuerdo crecer tomando las riendas”, dijo Benavides.

Esta responsabilidad y presión para tomar las riendas la sienten muchas latinas que se preocupan por los hermanos menores que dependen de ellas, especialmente en una cultura tan centrada en la familia como es la nuestra.

Abril Alvarez, estudiante de ingeniería en la UIC, dijo que se identifica mucho con su rol de hermana mayor porque siente que su familia siempre fue muy dependiente de ella.

A causa de esto, el rol que toma como la hermana mayor tiene mucha influencia en su identidad y siente que todo lo que hace lo hace consciente de su hermana menor.

“Todo lo que he hecho en toda mi vida, creo que lo he hecho por mi hermana”, dijo Alvarez.

Pero no solo siente una responsabilidad como hermana mayor, sino también como hija  mayor. Como consecuencia, siente mucha responsabilidad por el bienestar de todos sus seres queridos y hasta ha impactado su decisión de estudiar ingeniería.

“Lo bueno de la ingeniería es que entiendes muchas cosas sobre cómo funciona el mundo y siento que eso es lo que necesitaba saber para cuidar de mi familia”, expresó Alvarez.

Alvarez dice que a menudo se pregunta si hubiera elegido estudiar ingeniería si no fuera por su familia.

Dentro de este contexto se puede entender las presiones que las hijas mayores sienten para no fracasar y anhelar una educación universitaria para así fijar un ejemplo para sus hermanos y poder aprovechar de las oportunidades que sus padres tal vez no tuvieron.

Alvarez dijo que la presión que siente de siempre estar disponible para ayudar y ser un recurso para su familia le ha hecho sentirse muy sola en ocasiones.

“Puede sentirse muy impotente y solitario porque la mayoría de nosotras hemos internalizado este papel de lo que se supone que debemos ser y lo que se supone que debemos hacer”, expresó Alvarez.

Dentro de este contexto es importante cultivar un mayor aprecio y reconocimiento de las hijas mayores.

Ser la hermana mayor en una familia latina puede no ser fácil, pero es un rol que sirve como un pilar para el núcleo familiar.