OPINIÓN: Ahora que vivimos en un tiempo lleno de incertidumbre, nuestro derecho es recibir la información correcta en nuestro idioma

Melany+Gamboa%2C+de+doce+a%C3%B1os%2C+sostiene+una+bandera+mexicana+mientras+su+familia+sostiene+una+bandera+estadounidense+durante+un+mitin.+

AP Photo/John Locher

Melany Gamboa, de doce años, sostiene una bandera mexicana mientras su familia sostiene una bandera estadounidense durante un mitin.

El idioma no debería ser una barrera para que nuestra comunidad sepa sobre los recursos e información que existen a su alrededor. Ahora que vivimos en un tiempo lleno de incertidumbre, nuestro derecho es recibir la información correcta en nuestro idioma. 

Desde el 2008 al 2012, el Chicago Data Portal reconoció que más del 80% de áreas comunitarias en la ciudad principalmente hablan español– indicando que 285,386 personas en Chicago son de habla hispana. 

Census Data – Languages spoken in Chicago, 2008 – 2012

Powered by Socrata

Esto plantea muchos problemas considerando que las comunidades latinas han “experimentado el mayor índice de casos diagnosticados del COVID-19.” La gente tiene el derecho de recibir información en línea y en persona en español para estar bien informados de las leyes, políticas e información que afectan sus vidas. Esta pandemia ha desafiado vigorosamente a los medios de comunicación para garantizar que la información para todas las comunidades se transmita y esté accesible en español.

Además de desafiar a todos los medios de comunicación y oficinas gubernamentales para entregar la información necesaria, hay áreas cruciales de Chicago donde la necesidad de recibir la información adecuada en su idioma no ha sido atendida– algo que ha causado intimidación.

“Para muchos que no hablan inglés, ir a algún lugar donde solo hablan inglés es intimidante. He estado en el Tribunal del Condado de Cook en Skokie un par de veces porque voy con mis padres y mis tíos que no entienden inglés en absoluto o no entienden los términos y condiciones difíciles”, dijo Jesús Montoya, trabajador esencial y estudiante de tercer año en Wright College. 

Otros como Robbie Merkel, un estudiante de tercer año en la Universidad DePaul, mencionó que por su experiencia como interno en la oficina del representante estatal, se dio cuenta que el español es una herramienta que no ha sido proveída en comunidades como Logan Square, Irving Park y Hermosa.  

“Creo que hay muchos beneficios al incluir instalaciones de estudios en español. Si tienes más personas que hablan español en estos establecimientos, hay una mayor cantidad de representación y capacidad para ayudar a los necesitados”, dijo Merkel. 

Al ser atendidos en el lenguaje que necesitan, se puede eliminar la barrera del idioma. Esto se convierte en un paso adelante para obtener más conocimiento, eliminar la intimidación y el miedo que se ha formado al enfrentar esta pandemia, y exigir lo que necesitamos.

Directora del departamento de estudios de paz, justicia y conflictos de la Universidad DePaul, Susana Martínez, dijo que ella está de acuerdo de que todos se pueden beneficiar al obtener el mismo acceso a información merecida.  

“Todos nos beneficiamos cuando todos de la comunidad tienen acceso a la información, especialmente durante este momento en particular que estamos experimentando la pandemia. Es importante ofrecer información de salud en español para que más personas puedan beneficiarse de las oportunidades que ofrece la ciudad y hacer todo lo posible para mantenerse saludable”, dijo Martínez.   

El poder hablar un idioma o el acceso a recibir información en otro lenguaje puede ser un tema complejo.

Por ejemplo, dentro de un hogar, la barrera del lenguaje en una familia predominantemente hispanohablante puede dirigirse a una separación o falta de comunicación y comprensión entre generaciones. 

A menudo se espera que las generaciones latinas más jóvenes hablen español y sean comprensivos con las generaciones mayores que los examinan por su falta o nivel de idioma.

Es importante darse cuenta de los diversos orígenes que provienen las personas y no poner esta gran presión de poder transmitir información en otro lenguaje en un modo perfecto a nuestros jóvenes latinos. 

Muchos jóvenes latinos han crecido en hogares donde el español es: no hablado, principalmente hablado, o una mezcla compleja de ambos. Al reconocer que los Estados Unidos a menudo se etiqueta como un “crisol cultural”, debemos entender la diversidad y las barreras que los jóvenes latinos enfrentan dentro de sus hogares, y aún más los obstáculos que enfrentan fuera de ello.

Así que, es importante reconocer los obstáculos que enfrentan las personas de diferentes generaciones, comunidades y orientaciones y los pasos que se deben tomar para romper esas barreras y, en su lugar, promover comunidades que promuevan el poder del idioma. 

De ese modo, cumplimos con el derecho que las comunidades tienen de saber sobre nueva información y recursos que existen durante este tiempo crítico en su idioma.