Estado de emergencia: Residentes de Chicago alzan sus voces sobre el terremoto en Puerto Rico

AP Photo / Carlos Giusti

Una bandera puertorriqueña cuelga entre los escombros, donde los dueños de las tiendas y familiares ayudan a retirar provisiones de la ferretería Ely Mer Mar, que se derrumbó parcialmente después de un terremoto en Guánica, Puerto Rico.

Después de la magnitud del terremoto de 6.4 grados que sacudió a Puerto Rico el 7 de enero, unos 60.000 residentes se quedaron sin electricidad y más de 4.000 ahora viven en refugios – causando que la isla experimente el peor daño por un terremoto en décadas. 

Karina Cruz Pagán, puertorriqueña y estudiante de la Escuela de Psicología Profesional de Chicago estaba visitando a su familia en Caguas, Puerto Rico, para las vacaciones – cuando ocurrió el terremoto. 

“A las 4:24 a.m. me desperté del movimiento de mi cama, mi puerta y mi espejo se movían con una intensidad que nunca había visto antes,” dijo Pagán. “Más tarde sucedió de nuevo, hubo otro a las 7:20 a.m. con una magnitud de 6.0.”

El terremoto de magnitud 6.4 golpeó el sur de la isla impactando gravemente a ciudades como Guayanilla, Guánica, Sabana Grande, Yauco, Ponce y Peñuelas que se encuentran cerca del epicentro. 

El día siguiente la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, declaró un estado de emergencia y el presidente Donald Trump firmó una declaración de emergencia  – autorizando a la Agencia Federal del Manejo de Emergencias a proveer asistencia y recursos necesarios a las regiones afectadas. 

A pesar de esto, Pagán dice que los puertorriqueños están viviendo en refugios y los residentes no han tenido electricidad desde las 4:24 a.m. del día del terremoto. 

“De una forma o otra, toda la isla está afectada por esto. Incluso, aquellos que están lejos de Puerto Rico sufren emocionalmente,” dijo Pagán. “Los puertorriqueños están ansiosos, es una incertidumbre horrible. El huracán María dejó a los residentes recuperándose de la experiencia.” 

María, un huracán de categoría cuatro impactó la isla en septiembre del 2017– causando la muerte de aproximadamente 2,975 residentes y dejando a puertorriqueños sufriendo de estrés pos-traumático.

Ebony Calderón, de 19 años, puertorriqueña y estudiante de primer año en la Universidad DePaul, dijo que vivía en Puerto Rico durante el huracán. 

“Fue horrible,” dijo Calderón. “Mi generación no había visto nada así y cuando ocurrió el terremoto, pensábamos que iba a ser [otra] María.”  

Un año después de María, más de la quinta parte de los residentes de la isla necesitaban recibir  servicios de salud mental, mientras que el 13 por ciento dijo que comenzó una nueva o una dosis mayor de medicamentos recetados para aliviar las complicaciones emocionales. El impacto emocional del huracán provocó un aumento en los suicidios, el uso de drogas y la violencia doméstica en adultos. 

Calderón dijo que los puertorriqueños todavía se estaban tratando de recuperar de María cuando el terremoto sucedió. 

“La gente dice que la isla está mejor, pero en realidad no se ha recuperado,” dijo Calderón. “Veo los videos de mis amigos en Snapchat y tienen miedos. Todos tienen estrés pos-traumático por María, no lo hemos superado y el gobierno no es útil cuando se trata de [lidiar] con esto.” 

Joe Tafoya, profesor de Ciencias Políticas en DePaúl, estaba visitando San Juan días después de que sucedió el terremoto durante una conferencia de la Asociación de Ciencias Políticas del Sur.

“Durante todo el tiempo que estuve ahí, no hubo ninguna mención, ni respuesta, en la forma que el gobierno federal va a ayudar. Nada en absoluto, Estados Unidos no está priorizando a Puerto Rico,” dijo Tafoya. “Me gusta pensar que los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses y [que] somos iguales, pero no creo que el gobierno de los Estados Unidos piensa eso.” 

Mientras que en Chicago, organizaciones sin fines de lucro como la Agenda Puertorriqueña de Chicago están llamando a líderes locales y nacionales a reaccionar. 

En una conferencia de prensa en Humboldt Park, Iris Martínez, la senadora estatal de Illinois y residente de Albany Park, dijo como puertorriqueños y como una comunidad, deben demostrarle a la isla que pueden ofrecer el apoyo que necesitan. 

“Nuestro llamado es asegurarnos de que nuestros congresistas y senadores se aseguren de que los recursos lleguen a Puerto Rico de una manera muy rápida. Esa debería ser la prioridad del congreso en este momento,” dijo Martínez.