Las detenciones de Inmigración y Aduanas y las prácticas en los centros de detención se han convertido en un tema centralizado durante la propagación del COVID-19.

Este virus ha afectado a todos a nivel mundial– algunos más que otros. 

Aunque hay personas que tienen el privilegio de trabajar desde casa y aislarse de manera segura, debe haber una preocupación común para aquellos que no pueden hacerlo físicamente. 

Bajo la administración Trump, la falta de recursos ofrecidos a los reclusos los ha expuesto a sufrir un tratamiento inhumano. 

Gretchen Romero–una presa cubana en un centro de procesamiento de ICE en el sur de Louisiana– habló con USA TODAY y dijo,”Estamos aterrorizados de morir. Si las personas que tienen la capacidad de ir al médico están muriendo, ¿qué nos va a pasar aquí?”

La incapacidad de acceder a rutinas higiénicas saludables inevitablemente pone en riesgo a miles de personas, haciendo que los detenidos de ICE sean los más vulnerables durante este tiempo.

Según Freedomforimmigrants.org, la negligencia y el abuso más grande reportado en los centros de detención de inmigrantes son los problemas médicos. En las mayores preocupaciones del COVID-19, el acceso a productos higiénicos es un privilegio. Sin embargo, la negación de condiciones de vida saludables y decentes para los reclusos continúa incluso durante una pandemia mundial.

Condiciones por la que la representante Alexandria Ocasio-Cortez (D-NY) destacó públicamente como abominables condiciones de vida higiénica.

A medida que el número de casos de COVID-19 ha aumentado, han habido discusiones sobre la posibilidad de liberar algunos detenidos– algo que tiene mucho que ver con las preocupaciones que ya existían antes del temor del coronavirus. 

Aunque el comienzo de un proceso de liberación para detenidos con condiciones de salud preexistentes ha comenzado, debemos tomar en cuenta las preocupaciones de las mujeres embarazadas y los niños pequeños.

Debido a que la mayoría de las personas detenidas en los centros de detención de inmigrantes son de origen latinoamericano, la preocupación afecta principalmente a la comunidad latina.

Los que hablan, lo hacen con miedo y con nombres falsos. 

Noah Lanard, periodista de Mother Jones, habló en un podcast con Latino USA de NPR, sobre un detenido cubano en el Centro Correccional Catahoula ubicado en Louisiana que pidió permanecer en el anonimato. Lenard grabó la voz del hombre que dijo: “Todos los días escuchamos las noticias, todos los días sabemos lo peligroso que es el Virus Corona”.

Los detenidos miran y escuchan al Dr. Faucci, pero no tienen la capacidad de practicar realmente las precauciones necesarias. Entienden que una vez que COVID-19 llegue a su centro de detención, se producirá el efecto dominó.

Las familias de muchos de los detenidos tienen familiares o amigos que podrían ofrecerles alojamiento y comida durante la cuarentena aislada forzada, sin embargo, los centros de detención aún no han tomado ninguna medida que verdaderamente proteja a nuestra comunidad latina. 

Los reclusos entienden que muchas personas en los centros de detención pueden morir, al ver que las condiciones de vida higiénicas han sido prohibidas. 

Los temores del COVID-19 para los detenidos es más grande no si adquieren el virus, sino cuando lo adquieran, y es hora de tomar una decisión oficial que deje de poner a miles de personas en riesgo.