OPINIÓN: Estamos luchando contra las normas culturales de género en nuestros hogares durante la cuarentena
En la cultura latina los roles de género son claramente exigidos y introducidos a una edad temprana. Tradicionalmente, las mujeres latinas han asumido un cierto rol en comparación con los hombres latinos.
Nuestra cultura nos dice que el hombre es el líder del hogar y es la cabeza de la familia–sosteniendo y manteniendo los familiares.
Una ideología que sin duda proviene del machismo que se refiere a la idea que los hombres son superiores a las mujeres. Nuestra sociedad está enraizada en la disparidad de género que ha afectado la dinámica de nuestros hogares latinos.
Dentro del hogar, la mentalidad machista tiene enormes riesgos para las mujeres. Según Pan American Health Organization, entre el 17% y el 53% de las mujeres en Latinoamérica han sufrido abuso físico, abuso mental o abuso sexual por parte de su esposo.
Estos cargos generalmente se manifiestan en dos maneras: los hombres hacen trabajos duros, se ocupan de los asuntos financieros y dirigen a la familia mientras las mujeres cocinan, limpian la casa y cuidan los niños. Esta ideología está tan establecida en nuestra cultura que ahora es difícil desaprenderla. Los niños latinos se conforman con la ideología del machismo y eso sigue en una cadena de generación a generación.
Ahora que los estudiantes universitarios están de vuelta en la casa y están en aislamiento debido al COVID-19, estos roles de género han sido desafiados.
Laura Aguilar, estudiante de segundo año en la Universidad de Illinois en Chicago, dice que ella ha estado desafiando los roles de género tradicionales ya que su padre ha trabajado menos por la pandemia.
“Durante la cuarentena, mi rol de género ha cambiado un poco debido al hecho de que mi papá siente que ya no tiene ningún papel en la casa ya que ha estado trabajando menos y vive solo. Hay ciertos momentos en que ha tratado de presionarme con su machismo, pero después de la secundaria, mi papá vio que yo también podía dirigir ”, ella dijo.
Los estudiantes universitarios latinos con mentes abiertas están empezando a cambiar las percepciones de los roles de género tradicionales en sus hogares.
“Siento que mi mamá deja que mi hermano sea más libre que [yo], lo que continúa reforzando los roles de género al colocarme las expectativas del trabajo doméstico”, dijo Alexandra Hurtado, estudiante de segundo año en la Universidad DePaul.
Hurtado dice que desde que sus padres se separaron, ella ha visto a su hermano recibir el mismo trato especial que su padre recibió antes en su casa. Ella ha estado desafiando los roles de género en su casa durante la cuarentena al alentar a su hermano de 17 años a asumir más responsabilidades.
“Si él quiere algo de comer y le pide a mi mamá que cocine, siempre interrumpo y le digo ‘sabes cómo está hecho, ¿por qué no lo haces tú mismo?’ O le sugiero que la ayude y no le deje todo a ella”, dijo Hurtado.
No debemos culpar a nadie, estos roles de género surgieron naturalmente. En muchos países latinos, el trabajo es lo primero y la educación es lo segundo. La mayoría de las familias en Latinoamérica viven en la pobreza y no tienen la oportunidad de terminar o incluso asistir a la escuela. La forma en que los roles de género han evolucionado en la cultura latina ha ayudado a muchas familias sobrevivir por generaciones y eso no debe ser criticado.
Con eso dicho, a menudo limitamos a las mujeres latinas al trabajo doméstico cuando deberían tener la oportunidad de obtener educación universitaria y trabajos bien remunerados. En el mismo sentido, el trabajo doméstico no debe ser menospreciado y si un hombre quiere participar en el trabajo doméstico, se le debe permitir.
Esta generación progresiva podría ser la que finalmente rompe los roles de género tradicionales gracias a las personas que desafían las creencias tradicionales en sus hogares. Haciendo entender que los roles sin importar su relevancia, pueden ser intercambiados con la misma importancia.