Jugadores mexicanos en Europa luchan por obtener respeto de su país
Los jugadores mexicanos enfrentan un gran reto al jugar en el extranjero: Ganarse el respeto de su nuevo equipo y el de su país natal.
Los jugadores mexicanos son vistos con escepticismo cuando emigran a Europa, porque aunque la cantidad de jugadores en Europa haya aumentado–todavía es un poco inusual ver un jugador de otro país latinoamericano. Si el jugador no triunfa inmediatamente, los aficionados o los propios medios le dan la etiqueta de “fracasado.”
“Jugadores del equipo nacional mexicano están bajo la lupa en casa y creo que generalmente cuando llegan a un club europeo, son recibidos con un poco de indiferencia”, dijo Jon Arnold, periodista independiente cubriendo el fútbol mexicano. “Si no rinden, está bien para el club, mientras si no reciben minutos son criticados.”
El ex-americanista, Diego Lainez, en el Real Betis de España, ha batallado por encontrar tiempo de jugar constantemente. En México, su decisión de ir al Betis ya se está clasificando como un fracaso.
Ese tipo de crítica por parte de los medios públicos no se pierde en el aficionado mexicano.
“Yo si creo que los jugadores en Europa son más criticados que los que juegan en México porque la gente espera que sean exitosos inmediatamente cuando lleguen allí”, dijo Edgar Iturbe, aficionado de las Chivas.
Iturbe dijo que programas como “La Última Palabra”, un programa de debate que cubre el fútbol mexicano, alcanzan su objetivo de tener una gran audiencia por medio de sus críticas hacia los futbolistas.
Por ejemplo, el jugador Carlos Vela ha sido criticado en México por negarse a jugar con la selección, dejar España , y venir al MLS. Pero esas críticas han ocurrido por años, y quizás es una de las razones por la que su presencia en la selección ha sido errática.
“[Carlos Vela] es otro caso de los medios mexicanos revolviendo la olla y cuestionando su amor por México y lo alejaron”, dijo Norberto Rodriguez, aficionado del Club Leon. “Los medios en México son su propio peor enemigo. Todos quieren a ese salvador futbolista que los va a llevar a la tierra prometida.”
Aun triunfando no parece ser suficiente. Cuando Javier Hernández, conocido como el “Chicharito” se fue al Manchester United, muchos pensaron que nunca iba jugar o iba a ser un jugador importante para el club inglés.
Pero en su primer año, ayudó al equipo ganar la liga y llegar a la final de la Champions League. En vez de tener orgullo, se dijo que los goles que marcaba era pura suerte o simplemente era un cazador, algo que no se vio en Manchester. Al contrario, el equipo y los aficionados estaban muy contentos con su rendimiento.
“El dicho dice que ‘El peor enemigo de un mexicano es otro mexicano.’ Creo que esto es un factor grande aquí ”, dijo Arnold.
Otra razón es la cantidad de expectativas puestas en el Chicharito. Él encontró su éxito relativamente rápido al irse a un club grande, y luego no pudo llevar a México a la grandeza en La Copa Mundial.
Aunque ha anotado más goles que cualquier otro jugador en la historia de la selección, hay un gran nivel de romanticismo en la mente de muchos aficionados mexicanos con los que yo he hablado, alguien como Jared Borgetti es sostenido contra Chicharito porque esa época de fútbol es percibida más difícil en triunfar, aunque los logros de Chicharito empequeñecen los de Borgetti.
Si no triunfas con la selección, es como si los demás no importaran. La obsesión con el mítico “quinto partido” se usa para medir cada generación. Cuando fallan, inmediatamente se les llama sobrevalorados. Esa presión también existe para los jóvenes que van al extranjero.
“Creo que el problema más profundo es que una fuerte mayoría de[los] aficionados quieren que la selección nacional sea un equipo élite en el escenario mundial, y a pesar que hemos tenido más jugadores en equipos grandes de Europa, El Tri ha sido eliminado en la ronda de 16 en los últimos siete copa mundiales”, dijo César Hernández, periodista deportivo que cubre el futbol mexicano y estadounidense. “Eso se siente como estancamiento para muchos. Entonces cuando un jugador joven se va a Europa, una presión inmensa se le pone al jugador para que sea la próxima gran estrella y [ayude] a la selección dar ese paso adelante.”
Juan Carlos Osorio, el antiguo entrenador de la selección mexicana, dijo que para que la selección crezca, necesita más jugadores en Europa. Pero un gran obstáculo son los propios equipos mexicanos que le ponen un precio alto a jugadores que clubes europeos no quieren pagar. Así también lo menciona Javier Tebas, el presidente de La Liga de España, los sueldos se les hace mucho a los equipos y entonces se van a otros países.
Al no ser acostumbrados de ver mexicanos en el extranjero, cuando se cumple, la expectativa es que tienen que obtener titulares en clubes grandes o si no son considerados “un fracaso.” La ironía es que si terminan regresando a México, cada aficionado lo quiere para su equipo.
No se le puede poner expectativas a un jugador y luego intentar de disminuir los logros o mover los postes. Hay que ser congruentes; Estar lejos de seres queridos en un lugar nuevo no es fácil. Lo menos que uno puede ser es dar un apoyo de lejos.