Dietas veganas: Por qué las familias latinas no podrían aceptar la idea
La cultura latina está repleta de diferentes platos tradicionales y sabores. En Colombia, por ejemplo, la Bandeja Paisa consiste de elementos como arroz, frijoles rojos, arepa, carne molida, chicharrón, plátanos, y un huevo frito. Mientras en Puerto Rico, un plato típico como el lechón asado consiste en carne cerda marinada con ingredientes adobo. Aunque cada país en latinoamérica tiene su propio plato típico con diferentes sabores, la carne siempre ha sido un ingrediente presente en cada plato.
Idania Aldana, una vegana de 20 años del vecindario de Irving Park, tomó la decisión de volverse vegana después de aprender sobre el proceso de cómo someten los animales.
“Me hice vegetariana por primera vez cuando tenía 15 años después de ver un video de un matadero,” dijo Aldana. “Hace dos años me interesé por el veganismo. Hice el cambio a ser vegana después de descubrir cuán cruel y dañina es la industria láctea para los animales”.
La decisión de seguir una dieta vegana para evitar activamente la crueldad hacia los animales es solo una de las razones por las que alguien podría cambiar su dieta.
Angelina Dávila, estudiante de segundo año en la Universidad DePaul, se hizo vegana para mejorar su salud y defender los derechos ambientales.
“Inicialmente, estaba buscando un cambio interesante en la dieta para mejorar mi salud y bajar de peso… [me] di cuenta de que el veganismo es más que una dieta, es un estilo de vida que reduce significativamente la tolerancia a las repercusiones del colonialismo”, dijo Dávila. “Creo que el veganismo es vital en la lucha contra el racismo ambiental y alimentario alentado por nuestro gobierno”.
Sin embargo, algo tan simple como cambiar la dieta a una dieta vegetariana o vegana podría considerarse como blasfemia en la cultura latina.
Para Davila, el cambio de su dieta causó una lucha entre ella y sus padres. Ella dice que a sus padres les costaba entender y aceptar su nuevo estilo de vida.
Su madre no tomó la decisión de Davila en serio, pero luego aceptó su nuevo estilo de vida y comenzó a cocinar algunos platos mexicanos sin carne ni lácteo– intentando de eliminar los ingredientes que eran malos para su salud y romper el ciclo de diabetes y otras enfermedades que a menudo afectan a la comunidad latina.
Pero Davila no es la única que enfrentó una oposición de opiniones por parte de su familia al cambiar su dieta.
Para Catalina Galvan, de 25 años y de descendencia colombiana, la decisión de cambiar su estilo alimenticio causó críticas familiares.
“Con toda honestidad, probablemente pensaron que estaba pasando por una “fase” y volvería a comer carne de res y pollo dentro de un mes”, dijo Galvan. “Claramente, ese no fue el caso”.
Galvan destacó que estas críticas surgieron por el hecho de que no entendían cómo una persona puede recibir la cantidad necesaria de proteína que es completamente a base de plantas.
Ella añadió que tampoco estaban abiertos a entender lo poco éticos que son en la industria de la agricultura animal para los animales y el medio ambiente, pero que al final, decidieron respetar su decisión.
“Puede que mi familia no entienda y acepte mi decisión de ser vegana, pero definitivamente la respetan”, dijo.
Para Galvan el hecho de ser vegana no significa que no pueda ser parte de la cultura latina. Al contrario, ella dice que ha encontrado que hay mucha comida en su cultura que se puede “veganizar”.
Esto quiere decir que el vegetarianismo y el veganismo son más comunes en la comunidad latina de lo que uno piensa.
Las generaciones más jóvenes están utilizando el vegetarianismo y el veganismo como vínculos para generar cambios en nuestra cultura y nuestra sociedad. Cuando elegimos mejorar nuestras elecciones dietéticas, estamos dando el ejemplo a otras personas para que tomen decisiones éticamente justas para mejorarse a sí mismos y nuestro medio ambiente.
La decisión de seguir una dieta vegetariana o vegana no significa que alguien tenga que abandonar sus raíces latinas. Puedes ser latino y vegano al mismo tiempo y aun así celebrar las comidas tradicionales con las que creciste. Elegir ser vegano podría incluso animarte a empezar a cocinar más y a encontrar nuevos sabores para agregar a algunas de tus recetas favoritas.
Muchos restaurantes están comenzando a ser más inclusivos con las personas que siguen dietas vegetarianas o veganas. Un gran ejemplo es Casa Yari en Logan Square en Chicago. Ofrecen alternativas veganas a la deliciosa comida tradicional puertorriqueña como mofongo, jibaritos y pastelón.
La cultura se celebra a través de la comida en la cultura latina y es importante reconocer que decidir ser vegetariano o vegano no tiene por qué limitar la conexión de alguien con su cultura. Hay muchos caldos, enchiladas, arroces, tacos, pupusas, empanadas y tamales diferentes que se pueden preparar sin carne y sin lácteos.