CPD fuera de CPS: ¿Qué significa el movimiento de desfinanciar a la policía?

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Karina Mireya| La DePaulia

Miles de manifestantes marchan para exigir el desfinanciamiento de la policía de Chicago y que los policías salgan de las escuelas publicas.

Este verano, tras la muerte de George Floyd en Minneapolis, hemos visto a miles de personas en Chicago marchar en reacción  a los asesinatos de la comunidad afroamericana a manos de la policía y en apoyo del movimiento Black Lives Matter. 

Los estudiantes de las escuelas públicas de Chicago (CPS) se unieron junto a ellos exigiendo no sólo el desfinanciamiento de la policía pero también que saquen a los policías de las escuelas públicas de Chicago. 

“Les estamos entregando (a los políticos y líderes influyentes) datos y testimonios personales que expresan claramente lo destructivo que es la policía para nuestras vidas y muchos todavía se niegan a tomar medidas al respecto”, dijo Marlenne Garcia, una organizadora juvenil con #NoCopAcademy.

Los jóvenes como García enfatizan que la ciudad de Chicago necesita reevaluar dónde están asignando sus fondos. 

El departamento de policía de Chicago históricamente tiene un presupuesto creciente y las escuelas enfrentan recortes presupuestarios. Ahora, en medio de una pandemia sin precedentes, los estudiantes exigen que la ciudad revalúe los recursos esenciales que necesitan.

Pero, ¿qué significa exactamente quitar fondos a la policía? ¿Por qué retirar fondos y por qué los estudiantes quieren removerlos de sus escuelas?

De acuerdo a un reportaje de CNN , la desfinanciación de la policía no significa eliminar a la policía, si no llevar los fondos invertidos al departamento de policía y asignarlos  a más recursos para las familias, como viviendas asequibles, programas de salud mental, educación y otros servicios sociales.

Estudiantes de Chicago expresan sentirse inseguros con la policía. Discuten que los jóvenes no necesitan ser vigilados en sus escuelas, sino que necesitan más recursos de ayuda como consejeros. 

Jennifer Nava, una organizadora juvenil de Cops out of CPS, piensa que si los estudiantes tuvieran acceso a más recursos de ayuda, el crimen se reducirá significativamente y las tasas de graduación subirán .

“En mi escuela secundaria, no teníamos una enfermera de tiempo completo”, dijo Nava. “Sin embargo, teníamos de tres a cuatro policías todos los días en el edificio. Pero si me enfermara, ¿a quién acudiría? ¿El tipo de la pistola? No”.

De acuerdo con Nava, Garcia condena la forma en que la policía está capacitada para manejar los conflictos y agrega que son violentos con los individuos de la escuela.

“Como estudiante de CPS, fui yo quien estuvo en clase durante ocho horas”, Garcia dijo. “Pasé junto a nuestros oficiales todos los días. Dos agentes que juntos tenían 52 denuncias en su contra. Incluso cuando temí por mi seguridad, nunca vi a la policía como un proveedor de eso”.

Nava explica que el problema es que la policía tiene la autoridad para manejar un sinfín de problemas que no están capacitados o entrenados de manejar. Situaciones como las drogas, la falta de vivienda, la conducta de los estudiantes y el abuso sexual.

Ella dice que la inversión masiva en la policía crea un desequilibrio y una financiación insuficiente para servicios mejor equipados para manejar estos problemas. 

“No están ahí para los estudiantes”, Nava dijo. “Si nos fijamos en los estudios, está muy claro que arrojan lo peor de lo peor a nuestras escuelas. Si se les considera incompetentes como policías en las calles, simplemente los arrojan a las escuelas de CPS con estudiantes principalmente negros y morenos”.

Dada toda esta información, muchos se quedan con una pregunta. ¿Cuál sería la alternativa de la policía, si son ellos quienes nos mantienen a salvo y a quienes llamamos para pedir ayuda?

“Las comunidades son más seguras cuando están financiadas y llenas de recursos”, dijo  Garcia. “Si queremos que los estudiantes estén seguros, siempre debe haber una enfermera en las escuelas. La cantidad de consejeros que tenemos debería ser abundante”.

Cuando se trata de mantener a los estudiantes seguros cuando viajan hacia y desde la escuela, García se refirió al programa de paso seguro de la ciudad, que incluye el programa Safe Haven (refugio seguro), Parent Patrol (patrulla de padres) y Walking School Bus (autobús  escolar a pie). 

Las ubicaciones de Safe Haven incluyen muchos restaurantes, tiendas de conveniencia, peluquerías y otros establecimientos minoristas identificados por un letrero colocado en la ventana de la ubicación. El letrero advierte al niño que puede encontrar un refugio amistoso en el interior y pedir ayuda.

Nava dice que hemos sido adoctrinados a pensar que la policía mantiene a la gente a salvo.

“Y eso no es cierto”, dijo Nava. “La policía no está aquí para desescalar y proteger, está aquí para agravar y arrestar”.

Las comunidades plantean varias preocupaciones sobre la prevención de tiroteos en las escuelas. Pero, Nava dice que esperar a que ocurra un tiroteo es una forma dañina de normalizar tales delitos.

“En realidad, deberíamos estar financiando programas de prevención”, Nava dijo. “Un estudiante no se despierta un día y decide disparar y matar a sus amigos”.

Durante el verano, 17 consejos escolares locales votaron para eliminar a sus agentes de policía, y 55 votaron para mantenerlos. Las escuelas que votaron para destituir a los oficiales tienen una mayor población de estudiantes blancos y latinos, y dos de esas escuelas son mayoritariamente afroamericanos

Según un artículo de opinión del Chicago Sun Times escrito por seis miembros del Concejo Municipal a favor de la desinversión policial, el presupuesto del Departamento de Policía de Chicago ha crecido cada año desde 2012, mientras que los fondos para educación y servicios públicos se han reducido drásticamente.

La Junta de Educación de Chicago, una junta de siete miembros nombrada por la alcaldesa Lori Lightfoot, votó el 24 de junio para mantener el contrato de $33 millones entre CPS y CPD, en una votación de 4-3.

El 26 de agosto, la junta votó  nuevamente para renovar el contrato de la ciudad con el Departamento de Policía de Chicago, en una votación de 4-2, con una abstención. La junta ha recortado el contrato de $33 millones a $12.1 millones, por un año.