OPINIÓN: Las carreras STEM deben abrir más oportunidades para latinas
La idea de aterrizar, explorar y encontrar posibilidades de vida en nuevos planetas fue un sueño convertido en realidad para una niña de Cali, Colombia. Diana Trujillo, una ingeniería aeroespacial en el Laboratorio de Propulsión de la NASA, se mudó a los Estados Unidos a los 17 años sin saber inglés y con solo $300 — ahora Trujillo es una de las personas más influyentes que dirige uno de los proyectos más históricos de la NASA.
Este gran logro comienza una conversación sobre el porqué este evento es tán histórico y quien más debe ser parte de la historia. También reconoce que debería haber más oportunidades para las latinas en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Según la Fundación Nacional de Ciencia, entre los años 2005 y 2015 el porcentaje de latinos con doctorados aumentó de 5.1 por ciento a 7.0 por ciento y entre los años 1995 y 2015 el número de mujeres con doctorados en ciencias e ingeniería aumentó en 93 por ciento, una tasa de crecimiento mucho más rápida que la de los hombres en estos campos.
Estas dos estadísticas marcan pasos de progreso pero no capturan específicamente la realidad de las latinas en STEM. Según el Centro de Investigaciones Pew, los hispanos tienen menos probabilidades que otros grupos de inscribirse en universidades de cuatro años y esto se debe a que un gran porcentaje, casi la mitad de los hispanos que van a la universidad, asisten a universidades de dos años o colegios comunitarios.
Se reconoce que las mujeres juegan un rol sumamente importante en todas las familias latinas. Tienen la expectativa de mantener a la familia unida, lo que dificulta seguir una carrera en STEM cuando deben combinar las asignaturas de la escuela, el trabajo, las responsabilidades, familiares, y otras responsabilidades.
Liliana Tirado López, estudiante de neurociencia en su tercer año en la Universidad de Illinois en Chicago, conoce la lucha de tener que manejar tantas responsabilidades como latina.
“Al crecer también tuve muchas cosas pasando en casa, tuve que estar mucho tiempo fuera de la escuela para traducir para mis padres, que eran inmigrantes y no sabían mucho inglés en ese tiempo”, dijo Tirado López.
“Mis padres han estado enfermos a lo largo de mi vida y debido a esto, mi camino en STEM y la medicina es muy importante para mí y es algo que me apasiona increíblemente. Debido a que tuve que faltar mucho a la escuela, me quedé atrás y me costó mucho trabajo llegar a donde estoy hoy y realmente prosperar”.
El objetivo en este momento es hacer que el campo de STEM sea más accesible para las latinas y apoyar su interés en las ciencias a una edad temprana.
Es necesario que haya más fondos e iniciativas como el Centro Nacional de Mujeres y Tecnología de la Información (NCWIT) que tiene como objetivo levantar las voces de mujeres que son marginadas y que a menudo no son escuchadas.
Aracely Quintero, estudiante de enfermería en la Universidad de Illinois en Chicago, cree que muchas latinas se desaniman de seguir carreras STEM. Pero ella tiene la esperanza de que el campo se pueda expandir para ser más inclusivo.
“STEM tiene mucho potencial para expandirse aún más y siento que la única forma de hacerlo es hacerlo más inclusivo y brindar más oportunidades para las latinas”, dijo Quintero.
Otra cosa que afecta la participación de las latinas en STEM es que muchas latinas no reciben el apoyo que necesitan para sentir que pueden tener éxito en un campo dominado por hombres.
Guadalupe Solís, estudiante de ingeniería eléctrica en su segundo año en la Universidad de Illinois en Chicago, dice que se ha enfrentado a muchas críticas de desconocidos, amigos e incluso familiares por dedicarse a la ingeniería.
“Varias personas han intentado insultarme desde que se enteraron de que me estaba especializando en la ingeniería eléctrica. Dijeron cosas como, ‘¿Por qué vas a estudiar eso? ¿Que no es para hombres? ¿Vas a trabajar con puros hombres… que no te da miedo? ¿Eres Latina crees que te van a dar trabajo?”’, comentó Solis.
La sociedad no hace este tipo de preguntas ni ejerce este tipo de presión sobre los hombres, entonces, ¿por qué seguimos imponiendo estas limitaciones a las mujeres?
El consejo de Solís a sus compañeras latinas en STEM es “Cuando quieres algo, lucha… lucha hasta que te canses. Cuando te hayas cansado, descansa y regresa con mucha más fuerza”.
Mientras para Tirado López, ella quiere que las mujeres sepan que sus voces importan y que pueden seguir carreras de STEM sin importar las circunstancias.
“Está bien luchar o no tener un entorno perfecto y sentir miedo, pero hay mucho coraje y orgullo que se puede encontrar en perseguir tus sueños”, ella dijo. “Su pasión e intenciones brillarán en todo lo que haga y eso lo llevará a través de las partes difíciles de su camino”.
La historia de Diana Trujillo y las historias de todas las mujeres que participaron en este artículo son historias que hacen eco de los sentimientos de muchas mujeres marginalizadas en todo el mundo. La esperanza es inspirar a una generación ambiciosa de jóvenes latinas que quieran participar en carreras STEM, mostrarles que pueden ser científicas, ingenieras, hasta astronautas y que su capacidad intelectual puede alcanzar las estrellas.