¿Estadidad o autodeterminación? Organizaciones puertorriqueñas en Chicago piden la autodeterminación de Puerto Rico

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El Puerto Rico Statehood Admission Act introducido por el Congreso considera Puerto Rico como un estado.

El debate sobre el futuro de Puerto Rico ha sido una conversación que continúa en el Congreso desde 1950. Puerto Rico ha realizado seis referendos con el objetivo de modificar su estatus político. Puerto Rico ha sido una propiedad territorial de los Estados Unidos (EE.UU) desde la guerra entre España y EE.UU en 1898. 

En el referéndum del 2020, los puertorriqueños votaron en un referéndum no vinculante que creó la pregunta: ¿Debería Puerto Rico ser admitido inmediatamente como estado de EE.UU?

“Creo que hay muchas personas en poder que les gustaría que se tomará una decisión pronto”, dijo Xiomara Rodríguez, directora asociada de la iniciativa de presencia digital del Centro Cultural Puertorriqueño en Chicago. “Sin embargo, espero que no se haga pronto, porque para mí es una señal de una verdadera falta de proceso para involucrar las voces de todos”.

La representante Nydia Velázquez, demócrata de Nueva York, y la representante Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata de Nueva York, presentaron un proyecto de ley que busca abordar el futuro de Puerto Rico. 

La Ley de Autodeterminación, está destinada a facilitar y legitimar referendos sobre el estado territorial de la isla. Algunas opciones que se han propuesto incluyen la estadidad, la independencia y la relación libre con los EE. UU. Una relación libre significa que el estatus territorial de Puerto Rico terminaría y traería un nuevo país soberano del Caribe a las Naciones Unidas. 

Los delegados elegidos por los votantes puertorriqueños serán responsables de encontrar soluciones a largo plazo para el estatus territorial propuesto.

Los puertorriqueños, que se refieren a sí mismos como Boricuas, deriva de la palabra Boriken que significa “la gran tierra del valiente y noble señor”. Los indígenas Taínos se referían a sí mismos como Borinken.

“La mejor decisión que veo es la Ley de Autodeterminación de Puerto Rico”, dijo Joshua Smyser-DeLeon, ex alumno de la Universidad DePaul y presentador de Paseo Podcast, un podcast en Chicago que destaca las historias de la comunidad puertorriqueña.

“Es más democrático, presenta todas las opciones y pide una convención que uniría a los boricuas de la isla y la diáspora para discutir el mejor camino para la isla”, dijo Smyser-DeLeon.

El representante Darren Soto, demócrata de Florida, y la representante Jenniffer González, miembra del Congreso sin derecho a voto de Puerto Rico, presentaron la Ley de Admisiones a la Estadidad al Congreso el 2 de marzo de 2021.

El proyecto de ley fue presentado como respuesta a un referendo no vinculante que los puertorriqueños votaron en las elecciones de 2020.

“Creo que los demócratas realmente quieren que [Puerto Rico] se convierta en un estado, porque creen que eso le dará al partido más poder político”, dijo Rodríguez. “Sin embargo, si Puerto Rico se convirtiera en un estado, esto también requeriría que los EE.UU asumiera una mayor responsabilidad al abordar la realidad en la isla”.

Similar al proyecto de ley de estadidad presentado para Puerto Rico, la representante Eleanor Holmes Norton, demócrata de D.C., presentó un proyecto de ley para la estadidad de D.C. La única diferencia entre ambos proyectos de ley es que el proyecto de ley de estadidad de D.C fue aprobado por primera vez en el Congreso en enero de 2020.

El estatus de Puerto Rico como territorio de los EE. UU. significa que la ayuda federal es limitada, incluso la isla sigue enfrentando las secuelas del huracán María en 2017. 

Los últimos años han enfatizado la necesidad de cuestionar la relación entre Puerto Rico y los Estados Unidos”, dijo Smyser-DeLeon. “Los ejemplos recientes incluyen la falta de ayuda adecuada después de los huracanes María e Irma y constantes terremotos”.

La administración de Biden planea liberar $1.3 mil millones en fondos para ayudar a Puerto Rico con la devastación después del huracán María. La administración también está empezando a eliminar las restricciones impuestas por la administración Trump.

La administración del ex-presidente Donald Trump agregó restricciones a los $4.9 mil millones en ayuda justo antes de dejar la presidencia. Él  argumentó que el pueblo de Puerto Rico no sabría cómo distribuir adecuadamente el dinero de la ayuda, alegando que Puerto Rico es corrupto.

Según el sitio web de la Comisión Estatal de Elecciones, el 52 por ciento de los votantes dijeron que les gustaría ser parte de los EE. UU. como estado y el otro 47 por ciento dijo que están en contra.

“El referéndum no representa a toda la población de votantes de la isla”, dijo Jessie Fuentes, co-presidente de The Puerto Rican Agenda, una organización de Chicago formada por líderes puertorriqueños. 

Aproximadamente la mitad de los puertorriqueños votaron en el referéndum. La participación electoral de Puerto Rico fue de 2,355,894 votantes registrados.

“La realidad es que toda la gente de Puerto Rico no hablado”, dijo Fuentes. “Hay un número considerable de puertorriqueños que no salieron a votar por el referéndum o no llenaron esa parte del boleto porque saben muy bien que el referéndum no es vinculante. Así que la gente ha perdido la fe dando su opinión de lo que debería ser el futuro de Puerto Rico”.

El Congreso ha intervenido para brindar soluciones con respecto al referéndum, pero otro factor subyacente es el estatus colonial de Puerto Rico. Debido al colonialismo, “los puertorriqueños dependen de la ayuda de los Estados Unidos por eso muchos puertorriqueños están a favor de la estadidad, porque temen perder su ciudadanía”, dijo Rodríguez.

A pesar del referéndum que mostró que los puertorriqueños están a favor de la estadidad, esto no ha sido el caso en la historia de Puerto Rico. Algunos argumentan que aprobar el referéndum para la estadidad ignorará el intento de independencia conocido como las revueltas nacionalistas puertorriqueñas de la década de 1950. Las protestas fueron encabezadas por Don Pedro Albizu Campos, presidente del Partido Nacionalista Puertorriqueño.

Las protestas se produjeron en respuesta de la falta de inclusión en el referéndum de 1952 que no ofreció ninguna opción para votar a favor de la independencia o la estadidad. En cambio, el referéndum propuso la opción de la continuación del estatus colonial o el estatus de mancomunidad. Se ven problemas similares en el referéndum de 2020 que solo dio una opción de sí o no si Puerto Rico debería convertirse en un estado.

En Chicago, el Centro Cultural Puertorriqueño ha organizado múltiples fiestas de vigilancia para la presentación de los proyectos de ley en ¡WEPA! Mercado del Pueblo y fue parte de la manifestación de autodeterminación que se llevó a cabo virtualmente. 

“Estos eventos han ido muy bien en la comunidad puertorriqueña de Chicago. Creo que en gran parte porque el proyecto de ley no requiere ninguna opción de estatus”, dijo Rodríguez.

“El problema con los referendos está dividido”, dijo Smyser-DeLeon. “El Congreso no está obligado a actuar cualquiera que sea el resultado de la votación. Los referendos pasados no han demostrado un verdadero consenso sobre lo que los puertorriqueños consideran como el mejor para abordar el estatus colonial de Puerto Rico”.