La Villita continúa su lucha por justicia ambiental, dos años después de la demolición de la chimenea Crawford
Décadas de preocupaciones de los miembros de la comunidad de La Villita sobre la calidad del aire y la desinversión económica se enfrentaron con la implosión fallida de la chimenea de Crawford que cubrió el barrio con polvo contaminado en abril de 2020, durante la pandemia.
Después de dos años y una investigación que reveló descuido y falta de disciplina, la comunidad logró una victoria a nivel estatal con el avance de la Ley de Justicia Ambiental de Illinois.
La Organización de Justicia Ambiental de La Villita (LVEJO) publicó un comunicado de prensa anunciando la aprobación de la ley el 4 de marzo en su sitio web.
Según LVEJO, “el proyecto de ley abordaría problemas sistémicos con las leyes de zonificación y uso de la tierra que han arraigado el racismo ambiental y la segregación. Los defensores de la legislación vinculan las leyes de zonificación incumplidas con vínculos históricos con el racismo sistémico”.
La ley incluye varias reformas, como permitir que las comunidades determinen su estado como áreas de justicia ambiental, y expandir la participación pública y comunitaria al requerir audiencias públicas en persona para obtener permisos.
Esto permitirá una mayor responsabilidad de las industrias que contaminan los vecindarios de Illinois e incluirá la posible denegación de futuros permisos para las industrias que cometieron infracciones en el pasado, declaró LVEJO a través de Twitter.
Después de pedirle a la alcaldesa Lori Lightfoot que rindiera cuentas para publicar la investigación completa de la implosión de Crawford, Lightfoot se negó. Ella y otros funcionarios de la ciudad afirmaron que enfrentan limitaciones legales para publicar el informe.
El concejal Mike Rodríguez y los activistas han cuestionado estas afirmaciones.
Según el Sun Times, Rodríguez les dijo a los activistas a través de una entrevista por Zoom que un experto legal le dijo a él que no existen restricciones que impidan la publicación del informe.
Rodríguez le dijo a La DePaulia que estaba “furioso” cuando el informe del inspector general reveló la falta de disciplina y el descuido de los funcionarios hacia La Villita.
“No estoy interesado en pedir el despido de nadie, pero quiero justicia”, Rodríguez dijo. “Si la justicia es que se les excluya de su trabajo, que así sea. [Una reprimenda escrita] No fue suficiente. Lo he dicho y lo seguiré diciendo”.
La antigua planta de carbón de Crawford, ubicada en 3501 S. Pulaski Rd., ahora está ocupada por Exchange 55, un almacén de Target. Los miembros de la comunidad enfatizaron que el edificio generaría más contaminación debido al tráfico adicional de camiones diésel.
Después de exigir que el 50 por ciento de los puestos del almacén se entreguen a los residentes de La Villita y los vecindarios circundantes. LVEJO y los líderes comunitarios aún no están seguros de cuántos residentes de La Villita y del código postal 60623 han sido contratados o si Target les devolvió la llamada. Han creado una encuesta para recopilar estos datos.
La Villita fue la comunidad más afectada por la pandemia en toda la ciudad de Chicago. Los residentes son más vulnerables a las enfermedades respiratorias debido a un historial de mala calidad del aire. No es de extrañar que los residentes se sientan otra vez preocupados ahora que las Escuelas Públicas de Chicago harán la transición a un protocolo opcional de máscaras para profesores y estudiantes a partir de la última semana del 14 de marzo.
Rocío Rivera, una residente de La Villita, camina y recoge a sus hermanos todos los días de la escuela elementaria Eli Whitney. Ella cree en dejarles elegir si quieren o no seguir usando una máscara, pero dice que siempre lo promoverá.
“En última instancia, depende de ellos si quieren seguir usándola”, dijo Rivera sobre el uso de una máscara por parte de sus hermanos esta semana. “Pero la gente sigue enfermándose y es bueno tener protección adicional, especialmente con la calidad del aire aquí”.