Colombia se prepara para grandes cambios luego de sus elecciones presidenciales

Jaime Saldarriaga | AP

Mujer marca su voto en una mesa de votación en Bogotá al igual que muchas otras personas en el país.

Gustavo Petro y Francia Márquez fueron elegidos para la presidencia de Colombia este 19 de junio, haciendo historia como el primer gobierno de izquierda en el país.

Este resultado significó un gran cambio frente a las elecciones presidenciales pasadas, dándole al país sudamericano no sólo su primer presidente de izquierda, sino también su primera vicepresidenta afrocolombiana.

Colombia lleva muchas décadas enfrentando un conflicto armado cuyos principales participantes son el ejército, guerrillas de izquierda, grupos paramilitares de derecha y bandas delictivas. Este gran conflicto ha sido mayoritariamente financiado por el narcotráfico.

A pesar de que la izquierda en Colombia tuvo popularidad en diferentes momentos históricos, como con el candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán a mediados del siglo veinte y con partidos políticos como el M19 y la UP en los noventas, ningún partido político había podido llegar a ocupar la presidencia o a tener mayorías en el Congreso, sobretodo por los asesinatos sistemáticos a sus principales representantes.

En término de elecciones, Colombia tiene un buen número de partidos políticos y es común que haya más candidatos que en las elecciones de Estados Unidos, este año fueron ocho en total.

Las elecciones presidenciales cuentan con dos votaciones o ‘vueltas’. En la primera vuelta se vota entre todos los candidatos. Los dos con mayor votación pasan a la segunda vuelta. Quien tenga más votos en esta obtiene la presidencia.

Ahora, vayamos con los candidatos que participaron en la segunda vuelta.

El candidato derrotado fue Rodolfo Hernández con su candidata a la vicepresidencia, Marelen Castillo, aunque ella no fue muy visible durante la campaña. Hernández, apodado ‘el ingeniero’, subió a la fama a través de redes sociales, especialmente Tik Tok.

Rodolfo Hernández, ingeniero civil y empresario, fue alcalde de Bucaramanga, la quinta ciudad más poblada del país, y fue reconocido por sus proyectos de construcción en la ciudad.

Su llegada a la segunda vuelta fue sorpresiva para muchos, pues había sido parcialmente ignorado por los medios de comunicación en comparación a otros candidatos. Por ejemplo, Federico Gutierrez representaba a una derecha más tradicional en la primera vuelta y tuvo más visibilidad en los medios.

Adriana Marulanda, una Ingeniera Agrónoma colombiana, residente en Chicago y votante de Hernández dijo el porqué de su voto.

“Me daba un voto de confianza para que los colombianos no tuvieran que emigrar y separarse de sus seres queridos por necesidad. Que la democracia en Colombia iba a perdurar.”

Para muchas personas en Colombia, especialmente cercanas a la derecha, la izquierda representa miedos ligados a crisis económicas y a intentos de quedarse en el poder. Estos miedos son justificados con casos de países vecinos, en especial Venezuela.

No hay ejemplos de esto en Colombia, pues la izquierda no ha tenido muchas oportunidades de llegar al poder en el pasado. Pero cabe destacar, como lo mencionó un periodista recientemente, que el único presidente que ha intentado mantenerse en el poder más allá de lo permitido en su mandato fue Álvaro Uribe, entre 2002 y 2010, una de las cabezas más visibles de la derecha, quien falló en el intentó de buscar un tercer mandato.

La ciudadanía colombiana decide el futuro de la presidencia y vicepresidencia con sus votos el 19 de junio, 2022. (Ivan Valencia | AP)

Otra votante de Hernández con la que hablé fue Carmelita Ortiz, psicóloga residente de Chicago.

“Soy de extrema derecha”, dijo Ortiz. “Te soy sincera, ni en primera vuelta, ni en segunda, fueron las mejores opciones de la extrema derecha. No me incliné por otros candidatos. Petro no es de mis afectos. Preferí votar por el ingeniero [Hernández].”

Es común que durante la primera vuelta las personas voten por los candidatos que  realmente quieren, sin importar qué tan probable sea que ganen. Luego, la segunda vuelta sirve para un voto más estratégico. Pero hay ocasiones en las que ninguno de los candidatos realmente representa a algunos votantes.

Otro análisis importante a mencionar es que Rodolfo Hernández, además de a quienes conquistó con sus propuestas, también atraía una gran cantidad de votos de aquellos que simplemente preferían cualquiera en vez de Petro.

Esto se mostró desde el final de la primera vuelta cuando varios políticos de derecha declarararon su apoyo a la campaña de Hernández rápidamente, a pesar de las muchas diferencias en posturas frente a temas como el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la legalización de la marihuana y el aborto.

Finalmente, entre los votantes de Hernández, también hablamos con Jairo Quintero, con carrera en marketing, maestría en administración y residente de Wisconsin.

“Tanto Petro como Rodolfo son populistas, pero me preocupa más Petro”, dijo Quintero. “En lo económico: Se van a tener que subsanar los subsidios que planea Petro, o con impuestos, o con deuda. El empresario colombiano no aguanta un impuesto más. Las familias colombianas no aguantan un impuesto más”.

Pasemos a hablar de Gustavo Petro, el próximo presidente de Colombia.

Este economista, fue miembro del grupo armado ilegal M19 que operó desde mediados de los años setentas hasta el inicio de los noventas. Luego de haber sido capturado, fue liberado como parte del proceso de paz que se hizo entre el M19 y el gobierno.

Desde allí empezó su carrera política como congresista, en la que ganó fama por revelar una red de corrupción dirigida por uno de los miembros de su partido, y luego pasó a ser alcalde de la capital, Bogotá.

En su alcaldía, fue reconocido por haberle asegurado a la gente más pobre un mínimo vital de agua, una renta básica, la creación de la Secretaría de la Mujer que buscaba velar por los derechos de las mujeres, y los CAMAD. Eran puntos en los que consumidores de drogas ilegales podían consumir en condiciones salubres, sin miedo a ser arrestados y con acceso a acompañamiento médico y psicológico.

Yeison Alvarez, votante de Petro y Marquez, hijo de campesinos y activista medioambiental, habló sobre sus esperanzas con el nuevo gobierno.

“Se evidenciará mayor inclusión social […] resaltando la participación de las mujeres y los jóvenes en la construcción de nuevas políticas con un enfoque más social”, dijo Alvarez.

“También por la reforma agraria que plantee un camino a la industrialización y creación de políticas que permitan reducir los costos de producción y así buscar mejores condiciones para el campesinado en el país.”

Históricamente el país ha tenido serios problemas con quién es la persona propietaria de la tierra. La violencia y las amenazas en las zonas rurales han obligado a millones de personas a abandonar sus tierras.

Estas tierras han sido apropiadas por los mismos grupos armados ilegales para el cultivo de coca, o por grandes terratenientes que las obtienen de estos grupos armados.

Por otro lado, el acompañamiento al campo en ciertas zonas del país ha sido insuficiente para permitirle a los campesinos subsistir de forma digna. Todo esto ha causado que el campo se divida mayoritariamente entre familias campesinas pobres y grandes terratenientes ricos.

Luego de cerradas las votaciones, los jurados de votación cuentan los votos para saber los resultados de la mesa. (Jaime Saldarriaga | AP)

Otra votante de Petro, Mónica Hurtado, organizadora comunitaria por la justicia racial, y residente de Minnesota, explicó porqué votó por él y su vicepresidenta.

“Son progresistas, quieren un cambio real y porque les confío que están por el pueblo y no por beneficio personal”, dijo Hurtado. “Creo que en Colombia va a haber más equidad y oportunidades para todos. Creo que vamos, finalmente, a hacer que el acuerdo de paz [con las FARC] sea real y que se respeten los derechos humanos.”

Uno de los puntos de mayor polarización en los últimos años en Colombia es el proceso de paz que el gobierno hizo con el grupo armado ilegal FARC, firmado en el 2016.

El mayor problema era que ciertos sectores de la derecha veían este acuerdo como una traición y una forma de perdonar a un grupo armado que no se lo merecía. Mientras que otros sectores solían verlo como la oportunidad para reducir la violencia en el país, sanar heridas y saber la verdad detrás de tantas tragedias.

El actual gobierno de Iván Duque, cuyo partido se opuso de principio a fin al proceso de paz, afectó seriamente la capacidad del proceso para cumplir con lo esperado. Esto fue tomado por algunos como una muestra de que el proceso era una ilusión desde el principio, y para otros fue el gobierno el que lo limitó hasta ese punto.

Finalmente, sería un desacierto inmenso no hablar de la futura vicepresidenta, Francia Marquez. No solo va a ser la primera vicepresidenta de raza negra en Colombia, sino que también significa un cambio total en comparación con las personas que normalmente llegan a este tipo de cargos.

Esta abogada de Suarez, un pueblo pequeño que ha enfrentado una historia de violencia y pobreza, trabajó como minera en minas artesanales de la comunidad y como trabajadora doméstica.

A pesar de no haber tenido cargos públicos en el pasado, esto no significa que no haya participado en política previamente, ella lo hizo a través de su activismo por los derechos de la población negra y por el medio ambiente.

Su trabajo por el medio ambiente fue reconocido con el premio de la Fundación Goldman, a veces llamado el Nobel de Medio Ambiente por su reconocimiento internacional y exigencia frente al trabajo que deben haber llevado a cabo quienes lo ganan.

Sin duda, muchos de los votos que llevaron a Petro a la presidencia, fueron ganados gracias a la popularidad de Marquez. Y, por lo que sugirieron los dos entrevistados que votaron por Petro, ella fue clave en la decisión de votar del modo en el que lo hicieron.

Sin importar sus votos o posiciones políticas, muchas personas parecen compartir un mismo deseo: Que el próximo gobierno de Gustavo Petro y de Francia Marquez puedan funcione adecuadamente por el bien del país.