La Corte Suprema decidió que la administración Biden puede terminar el programa de “permanecer en México”
Durante la presidencia de Donald Trump se implementaron los ‘Protocolos de Protección al Migrante’, también llamado el programa de permanecer en México. Este programa dicta que refugiados en busca de asilo en los Estados Unidos tengan que esperar en México mientras sus casos son procesados en las cortes migratorias.
A finales de junio, la Corte Suprema decidió que la administración del actual presidente, Joe Biden, puede acabar con este programa.
Los estados que apoyaban esta política argumentaban que la administración de Biden estaría rompiendo la ley al terminar el programa, sin embargo los jueces decidieron en contra de esta interpretación, regresando el caso de vuelta a una corte de distrito.
En el 2019, cuando empezó la política, más de 70,000 inmigrantes en busca de refugio quedaron atorados, acampando justo del otro lado de la frontera, y viviendo en terribles condiciones mientras sus casos eran procesados.
Craig Mousin, un profesor en la escuela de leyes de DePaul, experto en ley de asilo y refugiados, dijo que hay numerosos casos documentados de gente que ha sido secuestrada, violada, y asaltada mientras espera en México. “México no está preparado para lidiar con esas 70,000 personas” agregó.
La decisión de la Corte Suprema facilita el camino para erradicar este controversial programa completamente, pero aún tiene que pasar por la corte de distrito para que la actual administración acabe el programa.
Mousin también mencionó que él cree que tristemente todavía falta tiempo hasta que la política de permanecer en México sea oficialmente terminada. “La decisión de la Corte Suprema formalmente tiene que regresar a la corte de distrito. Eso puede tomar varias semanas para el papeleo.”
Mousin agregó que él piensa que la administración de Donald Trump intentó “destripar” el procesamiento de refugiados de los Estados Unidos. Adicionalmente, Mousin publicó un artículo el año pasado sobre algunas injusticias migratorias que enfrentan los refugiados al intentar entrar a los Estados Unidos.
El ser aceptados como buscadores de asilo en los Estados Unidos, es una batalla más para los refugiados, quienes tienen que arreglárselas ellos mismos para llegar desde su país hasta los Estados Unidos en primer lugar.
José Hernandez, un refugiado de Nicaragua quien actualmente espera su fecha de la corte de San Antonio, Texas para ser escuchado en su caso de buscador de asilo, caminó en una caravana hasta cruzar la frontera a los Estados Unidos.
Hernandez contó diferentes dificultades que él enfrentó junto a sus compañeros en su largo camino a los Estados Unidos. Ellos sufrieron de sed, desgaste y hasta extorsión por parte de la gente que los transportaba. Y la batalla no terminó al llegar a la frontera, ya que casi se ahoga el pequeño hijo de uno de sus amigos al intentar atravesar el Río Grande.
“Un niño casi se le ahoga, fue duro para nosotros ver eso, eso nos dolió a todos, lo traemos adentro todavía. Nos da ganas de llorar, ver ese niño cómo se lo llevaba el río. Se lo arrancó de las manos,” dijo Hernandez rompiendo en llanto. “Gracias a Dios había uno en el grupo que era buen nadador y lo salvó.” Agregó, limpiándose las lágrimas.
Erwin Ventura, otro refugiado esperando la fecha de su cita en la corte, solía trabajar para el gobierno de Venezuela. El dijo que una vez que renunció, porque el salario dejó de ser suficiente para mantener a sus hijas, el gobierno de Venezuela lo empezó a perseguir, lo que le hizo buscar asilo en los Estados Unidos.
“Mi travesía empezó tres meses atrás, pasamos siete días caminando en una selva. Después pagamos transporte hasta Costa Rica, pero tuvimos que pasar Honduras y Nicaragua a pie porque ya no teníamos dinero,” dijo Ventura. Cuando por fin llegaron a los Estados Unidos, de su grupo de diez personas solo quedaban seis.Al ser informado sobre el caso de Erwin Ventura, Craig Mousin dijo que suena como que él es el tipo de persona a la que esta decisión beneficiaría.
“Nuestras leyes de refugiados dicen que todos, sin importar su estatus [migratorio], quienes hayan sido perseguidos o crean que un gobierno les va a hacer daño debido a su opinión política, son elegibles para asilo,” dijo Mousin.
Típicamente este tipo de casos tardan cinco años en resolverse en la corte, pero la gente que no tiene dinero, un lugar donde vivir, que comer o que vive en miedo de ser perseguido por algún otro gobierno, corre peligro durante estos cinco años al ser forzados a esperar del otro lado de la frontera.
Mousin dijo que la administración de Biden puede actualmente ayudar a migrantes caso por caso, pero habrá que esperar a que la corte de distrito en Texas llegue a una decisión para que este programa sea terminado oficialmente y que haya un cambio real.