La Semana Santa es una conmemoración de la crucifixión y resurrección de Jesucristo y, aunque es celebrado por muchos creyentes latinos en Chicago y por todo el mundo, las creencias de algunos de ellos sobre su significado han evolucionado en los últimos años.

La celebración este año fue entre el segundo y el ocho de abril, y en muchos países, como México y Colombia, la gente tiene la semana libre.

Aunque la religión forma gran parte de la vida de muchas personas latinas, otras han encontrado maneras de conectarse con su lado espiritual y han creado espacios comunitarios.

En los Estados Unidos, es un poco diferente. No se tiene la semana libre y cada parroquia hace algo distinto, dijo Andrea Oliveros, una estudiante colombiana en su cuarto año en DePaul.

Aunque muchos jóvenes latinos, como Oliveros, dicen que la religión ha sido un aspecto cultural importante en sus vidas, para otros las dinámicas religiosas han cambiado en los Estados Unidos. Una gran cantidad  hispana celebra Semana Santa, ya que, de acuerdo con Univision, 7 de 10 hispanos religiosos son Católicos.

De acuerdo con una encuesta hecha por el Pew Research Center, el porcentaje de Latines que no se identifican con una religión ha subido del 10% en el 2010 al 30% en el 2022.

Estas tendencias se reflejan específicamente entre jóvenes latines, donde  entre las edades de 18 y 29 años, el 49% no se consideran religiosos.

Sin embargo el profesor de estudios religiosos de latinoamérica, Christopher Tirres, indica que está tendencias solo se están presentando en países de primer mundo como los Estados Unidos.

De acuerdo con el Pew Research Center, las poblaciones de individuos donde no se identifican con una religión están concentradas en Europa, América del Norte, China, y Japón.

“Si miramos a los dos tercios del mundo, en realidad vemos un enorme nacimiento de religiones y religiosidad”, expresó Tirres.

Mientras el profesor Tirres indica que no hay un solo determinante detrás de los cambios en la perspectiva hacia la religión establecida, reconoce que los cambios estructurales en las comunidades han desempeñado un papel importante.

“La religión organizada ya no es el centro de la actividad comunitaria. Antes ​​estructuraba todo lo que hacíamos, pero ahora es una opción entre muchas dentro de nuestra cultura”, explicó Tirres.

El profesor Tirres agregó que es la distinción entre religión y religiosidad, ya que las tendencias indican una separación de la religión institucionalizada y no necesariamente de prácticas o ideas espirituales.

“Cada vez más personas eligen no estar conectadas con las instituciones religiosas, pero todavía se consideran espirituales”, indicó el profesor Tirres.

El profesor Michael Budde, de estudios católicos, explica que no es necesariamente que los jóvenes estén más secularizados, sino que no están involucrados con la religión institucionalizada.

“Muchos jóvenes están involucrados en otras formas de asociación que parecen más relevantes para sus preocupaciones: grupos de movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales, grupos de defensa y grupos de afinidad en entornos en línea y presenciales”, indicó Budde.

El profesor Budde indica que uno de los factores que puede estar generando el aumento de asociaciones independientes de la religión institucionalizada es el escepticismo.

Pero a pesar del escepticismo y el aumento de latinos sin afiliación religiosa, sigue habiendo una comunidad de latines en la DePaul que se identifican con una fe.

“Soy muy activa en espacios religiosos”, indicó Oliveros, miembro de la organización estudiantil, Tepeyac, que se dedica a crear un espacio que unifica a latines por medio de la fe, la cultura, y el servicio comunitario.

Aunque un tema central de la organización es su fe, el grupo invita a todos los estudiantes latines de la DePaul, independientemente de sus creencias.

Aunque el grupo tiene su sede en el Ministerio del Campus Católico (CCM), muchas personas que no son religiosas en absoluto participan en los nuestros eventos, indicó Oliveros. Es “porque nos gusta enfatizar la cultura latina”, agregó.

El profesor Tirres y Oliveros dicen que es importante crear espacios que inviten a latines con pensamientos diversos a convivir en medio de estos cambios de las dinámicas religiosas.

“La religión no afecta la latinidad de alguien”, expresó Oliveras.