La ciudad y organizadores locales anticipan un aumento de solicitantes de asilo tras el final del Título 42

Migrantes+de+Venezuela+esperan+dentro+de+la+estaci%C3%B3n+de+polic%C3%ADa+del+Distrito+16+para+ser+reubicados+a+un+refugio.+%0A

Charles Rex Arbogast | AP

Migrantes de Venezuela esperan dentro de la estación de policía del Distrito 16 para ser reubicados a un refugio.

Más grupos de migrantes llegaron a Chicago a principios de mayo de la frontera y varios fueron obligados a esperar por un refugio en las estaciones de policía. Pero mientras los funcionarios de la ciudad y los organizadores comunitarios luchan por la falta de recursos para asistir a estos migrantes, también temen la inminente suspensión del Título 42 este mes, lo que causaría que más migrantes lleguen a la ciudad que ya está luchando por crear un plan cohesivo para proporcionar vivienda y atención médica adecuada a los solicitantes de asilo.

El Título 42 es una política de salud pública que fue creada por el ex presidente Donald Trump en marzo de 2020 y permite a las autoridades de inmigración denegar a cientos de miles de personas la oportunidad de solicitar asilo citando preocupaciones por el Covid-19.

Se espera que esta política termine el 11 de mayo, lo que ampliaría el número de solicitantes de asilo permitidos a través de la frontera. Los líderes locales argumentan que la suspensión hará difícil que los funcionarios de la ciudad proporcionen recursos lo suficientemente rápido como para igualar el ritmo rápido de los migrantes entrantes.

Varias ciudades lideradas por demócratas, incluyendo Washington, D.C., Nueva York y otras, han enfrentado un aumento en el número de inmigrantes, muchos llegando a las ciudades en autobús o avión directamente desde las ciudades fronterizas.

Chicago recibió más de 8 mil migrantes desde finales de agosto de 2022 después de que el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, criticara las políticas federales de inmigración y financiara un programa para enviar migrantes a ciudades santuario, diciendo que las ciudades con líderes demócratas deberían ser las que luchen contra el aumento de migrantes provenientes de la frontera entre Texas y México.

Una mamá migrante de Venezuela sonrie mientras acomoda el pelo de su hija adentro de la estación de policía del Distrito 16. (Charles Rex Arbogast | AP)

La semana pasada, alrededor de 40 migrantes llegaron al aeropuerto O’Hare y esperaron allí hasta que fueron trasladados a los refugios disponibles.

El 2 de mayo, más de 10 solicitantes de asilo no tuvieron otra opción que dormir en el suelo de la estación de policía del Distrito 16 de Chicago, en Jefferson Park. Escenas similares se han estado reproduciendo en toda la ciudad, según Block Club Chicago.

El lunes pasado, Abbott prometió seguir enviando migrantes a Chicago. La alcaldesa Lori Lightfoot le respondió en una carta abierta diciendo: “Simplemente no tenemos más refugios, espacios o recursos para acomodar un aumento de individuos a este nivel”.

Los organizadores comunitarios como Idalia Flores de la Coalición de Illinois para los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados (ICIRR, por sus siglas en inglés) temen que su grupo no pueda mantenerse al día con la gran cantidad de migrantes entrantes.

Flores dijo: “Simplemente  no sabemos cuántas personas más llegarán aquí”. Ella ha ayudado a proveer ropa, comida y medicinas a los migrantes que llegan desde el otoño pasado. “Queremos que la ciudad y el estado trabajen juntos y eso ayudará a corto y largo plazo”, agregó.

El Concejal Byron Sigcho-López del distrito 25 dijo que propuso abrir antiguas escuelas mientras consultaba a miembros de la comunidad y colaboraba con iglesias para proporcionar a los migrantes los recursos necesarios.

Sigcho-López dijo que, mientras se busca lugares de alojamiento adecuados, pide que la ciudad sea “más flexible con los requisitos” de las instalaciones de alojamiento.

Un espacio de refugio adecuado debe albergar al menos a 250 personas, tener espacio para comer y baños, y proporcionar servicios de ducha y lavandería. Los edificios también deben pasar pruebas de fuego, seguridad y ambientales, según The Chicago Tribune.

La Oficina de Gestión de Emergencias y Comunicaciones (OEMC, por sus siglas en inglés) no respondió a preguntas sobre qué instalaciones está buscando la ciudad para transformarlas en refugios, ni dónde estarían ubicadas.

“Continuamos instando a los gobiernos federal y estatal a que apoyen la misión de los migrantes con los recursos y fondos adicionales tan necesarios”, dijo la portavoz de OEMC, Mary May.

El mes pasado, los miembros del Concejo Municipal aceptaron $20 millones de dólares en fondos del estado para invertir en el cuidado de los solicitantes de asilo, según Block Club Chicago.

Sin embargo, “lo que hemos descubierto es que el dinero se ha agotado”, dijo Sigcho-López.

Mientras Lightfoot llama a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para obtener más fondos, se espera que la ciudad reciba otro aumento de alrededor de 40 mil migrantes en un lapso de tiempo una vez que se levante el Título 42, dijo Sigcho-López.

El alcalde electo Brandon Johnson no ha proporcionado detalles específicos sobre cómo abordará la creciente llegada de solicitantes de asilo, pero ha prometido “apoyar tanto a los recién llegados, como a los residentes y familias actuales”, según una conferencia de prensa en la Academia Comunitaria Benito Juárez el 5 de mayo.

“El gobierno federal necesita acelerar este proceso, al menos debería comenzar a discutir cuántos fondos deberían recibir las ciudades santuario como Chicago”, dijo Sigcho-López.

A pesar de que Flores se siente abrumada a veces por el “trabajo físico y emocional” de tratar de ayudar a los recién llegados, dijo que seguirá abogando por más recursos.

“Como inmigrantes, sabemos lo difícil que es llegar a un nuevo país, no hablar el idioma y tratar de navegar por la vida”, dijo.