Oficiales del Departamento de Policía de Chicago (CPD) allanaron el “Campamento de Solidaridad con Gaza” en el Quad, el jardín principal de DePaul, alrededor de las 5:30 a.m. del jueves 16 de mayo. La policía bloqueó el Quad, removió a todos los manifestantes e impidió que los estudiantes recuperaran sus pertenencias.
El campamento en el Quad de DePaul fue el último campamento estudiantil en la ciudad que seguía activo, marcando una meta sombría para los activistas pro-palestinos en todo Chicago. Establecido por la Coalición de Desinversión de DePaul (DDC) y Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP), por medio del campamento los estudiantes exigieron que DePaul revelara sus inversiones y dejará de invertir en empresas con vínculos con Israel mientras continúa la guerra en Gaza.
Dali, un estudiante de primer año de DePaul que pidió ser identificado sólo por su primer nombre por temor a represalias, fue un miembro activo en el campamento. Dicen que las pertenencias de sus amigos fueron desechadas cuando los oficiales de policía y la seguridad del campus desmantelaron el campamento.
“Finalmente había un sentido de comunidad y la gente realmente se estaba apoyando mutuamente y que lo quiten. Es absurdo”, dijo Dali.
Dali, un estudiante mexicano-estadounidense de Texas, dijo que se ha sentido aislado al asistir a DePaul por ser una institución predominantemente blanca. Este sentimiento se intensificó con la presencia de la policía en el campus para desmantelar el campamento que había estado activo durante 17 días.
El presidente de la universidad, Robert L. Manuel, envió un correo electrónico a las 5:35 a.m. del jueves durante el allanamiento. El correo electrónico informaba a los estudiantes sobre la presencia policial en el campus e instaba a los estudiantes a retirarse pacíficamente.
El correo electrónico decía que DePaul recibió muchas “amenazas creíbles” contra el campamento que motivaron su remoción.
“No tuvimos más opción que actuar, antes de perder la capacidad de proporcionar seguridad a los miembros judíos de nuestra comunidad, proteger a aquellos en el campamento, preservar los derechos de todos los demás estudiantes y mantener las operaciones universitarias”, decía el correo electrónico.
En su correo electrónico inicial, Manuel incluyó una colección de notas detallando “imágenes, datos y citas que ejemplifican la escalada del impacto del campamento en el Quad de Lincoln Park de DePaul”.
La universidad recibió más de “625 quejas registradas de vecinos y miembros de la comunidad relacionadas con el campamento, 34 informes de antisemitismo y cuatro amenazas creíbles de violencia”, según el sitio web.
La remoción del campamento sucedió después del anuncio de la universidad en el que avisaron que las negociaciones con los organizadores en el Quad habían llegado a un punto muerto.
“Los estudiantes que lideran esta protesta habían perdido el control de la situación debido a la influencia de entidades externas”, según el correo electrónico.
La Universidad DePaul hizo una declaración pública para pedir ayuda humanitaria en Gaza y la liberación de todos los rehenes. Además, están “revisando sus prácticas de inversión y su cartera relacionada a través de una variedad de factores, incluidos los problemas ambientales, sociales y de gobernanza corporativa, entre otros”, detalló la carta.
Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP), un grupo de defensa involucrado en el campamento, ha estado protestando para que la institución deje de invertir en empresas en Israel durante varios años.
Esta lucha ha durado más de una década entre la administración y los estudiantes.
Con el apoyo del profesorado y los estudiantes, SJP aprobó el referéndum DePaul Divest en 2014. Esto hizo que los estados financieros de DePaul para el año fiscal 2014-2015 fueran públicos por un corto tiempo. Sin embargo, DePaul ha restringido el acceso a sus estados financieros desde entonces, lo que llevó a los estudiantes a protestar nuevamente.
SJP organizó un “Die-In” el 4 de marzo, afuera de una reunión de la administración de DePaul. El grupo exigió que la universidad volviera a hacer pública su cartera de inversiones. Los estudiantes se acostaron en el tercer piso del Student Center con camisetas blancas cubiertas de huellas de manos rojas.
Los organizadores de la protesta, que optaron por no ser nombrados, dijeron que las huellas rojas en sus camisetas simbolizaban la “sangre en las manos de la universidad”.
Kristin Claes Mathews, directora de comunicaciones, respondió en nombre de la universidad, comentando que DePaul apoya los derechos de los estudiantes a participar en el discurso y la expresión de acuerdo con los valores de la libertad académica. Sin embargo, la administración no comentó si se cumplieron las demandas de los manifestantes.
Según los líderes de SJP, sus demandas no fueron cumplidas después de la protesta del “Die-In”, lo que los llevó a montar el campamento el 30 de abril.
“Estas no son demandas nuevas. Son demandas que ya conocían antes de todo esto”, dijo Henna Ayesh, una estudiante de segundo año de DePaul y enlace con los medios del campamento. “Han sabido de esto durante un par de años porque estudiantes anteriores también han estado luchando por las mismas cosas que nosotros… Por eso hemos tenido que escalar”.
Tras el desmantelamiento del campamento la mañana del jueves, los grupos de activistas estudiantiles, incluidos SJP, rápidamente se unieron para continuar protestando alrededor del campus de Lincoln Park de DePaul.
United Muslims Moving Ahead (UMMA) hizo una declaración en Instagram diciendo: “Seguiremos solidarizándonos con el pueblo de Palestina y exigiendo que la Universidad DePaul desinvierta del genocidio y la Máquina de Guerra Israelí”.
El movimiento está reflejando la resistencia del pueblo palestino al luchar contra la opresión de la universidad, dijo Ayesh. SJP y otros grupos de activistas dijeron el 15 de mayo que no van a dejar de protestar hasta que la universidad deje de invertir en empresas en Israel.
El abuelo de Ayesh visitó el campamento y comenzó a llorar, dijo ella. Sus padres también visitaron y se sorprendieron por la “motivación y el impulso de los jóvenes para hacer lo que tienen que hacer”.
“Aunque las tiendas de campaña se han ido, el sentimiento de desinversión no se ha ido con ellas. Y esto no terminará hasta que DePaul desinvierta”, dijo Ayesh en la conferencia de prensa previa a la manifestación en la tarde del 16 de mayo.