Con una asistencia récord de más de 7,000 corredores y casi 200 voluntarios, la Carrera de los Muertos en Pilsen está creciendo más allá de los sueños más ambiciosos de Carlos Jaramillo, dijo el.
Jaramillo es el director de la carrera y también el fundador del evento.
En 2007, Jaramillo, quien tenía solo 25 años en ese momento, se apresuró para organizar la primera Carrera de los Muertos de 5 kilómetros en el vecindario en solo unos meses.
Según Jaramillo, planificar una carrera es una tarea que generalmente requiere de organizadores profesionales y un año o más de preparación. La primera carrera anual tuvo solo 500 participantes, recordó, pero ha crecido exponencialmente en los últimos 17 años.
“Esto es un trabajo de amor”, dijo Jaramillo.
Conocida como “Carrera” por los corredores habituales, es uno de los eventos benéficos de carrera independiente más grandes de Chicago.
Muchos de los voluntarios son amigos, familiares y miembros de la comunidad de Jaramillo.
“Esto es tan comunitario como se puede,” comentó Jaramillo. “Es realmente, realmente único.”
Kim, quien prefirió identificarse sólo con su primer nombre, ha sido voluntaria y participante de la carrera durante 11 años. Su parte favorita, dijo, es la atmósfera y el ambiente en la comunidad el día de la carrera.
No solo es única en su organización, sino que también se lleva a cabo en un vecindario “multicultural”, según Jaramillo.
Pilsen es conocido por su vibrante comunidad de familias latinas y pequeños negocios. Uno de los aspectos favoritos de Jaramillo sobre Carrera es el aumento de tráfico en el área y en sus negocios el día de la carrera.
“Es… genial ver a Pilsen y otras partes de la ciudad con gente usando sus camisetas de Carrera en los vecindarios, los restaurantes, los bares”, dijo. “Me encanta el impacto económico que brinda a los pequeños negocios locales”.
Jaramillo dijo que le gustaría cuantificar el impacto económico de Carrera en el vecindario en un futuro.
“Sabemos que los lugares se llenan el día de la carrera y no solo aprovechan la mañana. Lo extienden a la tarde, pasan el día ahí”, comentó.
“Me encantan todas las carpas y la conexión comunitaria después de la carrera”, dijo Wellington Riera, participante de la carrera. Él y su pareja almorzaron en la calle 18 después de la carrera.
Jaramillo dijo que su inspiración para la Carrera vino de correr el maratón de Chicago. Quería capturar su experiencia al correr por la histórica calle 18.
“La gente agitando banderas mexicanas, DJs tocando música house en un lado, el mariachi. Quería replicar eso”, dijo Jaramillo. “Quería hacer algo muy latino, muy cultural. Y en ese entonces, nadie hablaba mucho del Día de los Muertos”.
Elizabeth Miranda dijo que sus partes favoritas de la carrera este sábado pasado fueron los DJs y la música.
“Realmente me ayudaron a mantenerme motivada para seguir”, dijo Miranda, quien corrió en honor a sus abuelos fallecidos.
Para celebrar el Día de los Muertos, la carrera presentó una ofrenda digital donde los corredores enviaron fotos de sus seres queridos. Muchos participantes corrieron en honor a un ser querido que ya no está.
“Nos asociamos con la florista local [Petals From Heaven]. Ella pondrá algunos cempasúchiles, que son flores de caléndula, por todo el patio con velas falsas y decoración”, dijo Jaramillo. “Creo que será algo súper hermoso, y a la gente le va a encantar”.
Las medallas de la carrera también honraron el Día de los Muertos este año. Los participantes insertar fotos de sus seres queridos a quienes honraban en medio de un marco de flores en la medalla.
Sonya, una corredora veterana que prefirió ser identificada sólo con su primer nombre, dijo que corre en honor a su sobrino fallecido.
Aunque organizar la Carrera puede ser estresante a veces, Jaramillo dijo que persiste.
“Ves a la gente tomándose selfies y a personas emocionándose porque están corriendo por alguien que aman, y eso es como combustible instantáneo”, dijo.
Las ganancias de Carrera benefician a la Organización de Vecindarios Unidos (UNO), que presenta programas como GirlsMPowered. GirlsMPowered busca brindar orientación y mentoría a niñas de sexto a décimo grado mientras hacen la transición de la niñez a la juventud, alentándolas a explorar una variedad de caminos profesionales.