Un anhelo por recordar un poco de su infancia en México permitió que una madre inmigrante convirtiera piezas de arte culturales en un negocio de joyería. 

Mi Madre lo Hizo, un negocio lanzado por la artista y madre, Betty, junto con sus hijas, Jazmín y Yoli, intenta de demostrar la esencia de la cultura mexicana a través de accesorios que clientes pueden usar a diario. 

“Es satisfactorio compartir mi oficio con otros y ver cómo despierta sus propios recuerdos y sentimientos sobre nuestro querido México,” dijo Betty. 

Betty dice que su arte es una forma de mantener viva su cultura mexicana mientras sigue viviendo en Pilsen. 

“Mi oficio me recuerda mis recuerdos en México. Mi infancia creciendo con mis padres y hermanos en nuestra granja. En cierto modo, se puede decir que es mi anhelo de mi vida antigua “, dijo Betty.

Betty dijo que su negocio también despierta los recuerdos y sentimientos que los clientes tienen por sus seres queridos.

Su hija, Yoli, dijo que un cliente expresó que el negocio le trajo recuerdos de su abuelo que se despertaba todas las mañanas para ir a la panadería y comprarle un pan llamado ‘el puerquito.’

Para Yoli, quien ayudó a su mamá a lanzar su negocio, la historia migratoria de sus padres es otra esencia que añade a la hermosura cultural del negocio. 

“Mis padres emigraron a los Estados Unidos como a los 20 años desde pueblos pequeños ubicados en México,” dijo Yoli. 

Ella también destacó que fue en la escuela primaria de Orozco Community Academy donde su mamá aprendió a hacer figuritas de porcelana fría.

Desde ahí, ella dice que las ideas de su mamá ampliaron poco a poco y comenzó a decorar su apartamento con sus oficios.

Sus dos hijas, Jazmín e Yoli, dicen apreciar a su madre y la independencia que pudo obtener a través de este negocio.

“Através de mi oficio me libero de la dependencia financiera que conocí desde la infancia. Me siento empoderado a través de mi oficio “, dijo Betty.