Arco de La Villita se convierte en un nuevo monumento oficial, residentes expresan emociones encontradas
Después de 31 años del arco de La Villita sirviendo como símbolo de la comunidad mexicana en Chicago, la estructura de terracota de dos pisos es ahora un símbolo oficial de la ciudad — pero los residentes de La Villita expresan emociones encontradas sobre la decisión.
La votación final sobre la designación histórica del arco de La Villita se produjo el miércoles después de que el Concejo Municipal de Chicago diera la aprobación sin objeciones. Ubicada en la Calle 26, amada por la comunidad, el arco marca el comienzo de la franja de dos millas llena de panaderías, taquerías y tiendas familiares.
Para algunos residentes mexicanos de La Villita como Ana Laura Saavedra, el arco simboliza la resiliencia de su comunidad.
“Nuestra comunidad ha soportado tantas injusticias sociales y raciales, pero aún así nuestra gente continúa perseverando”, dijo Saavedra. “Cuando veo el arco, veo la rica cultura mexicana [y] también una sensación de nuevos comienzos”.
Al crecer en La Villita, sus primeros recuerdos de la infancia son sobre el arco. A una tierna edad, recuerda pasar por debajo del arco con su madre cuando iba a citas médicas.
“Ser hija de padres inmigrantes y crecer en La Villita me define”, dijo Saavedra.
Para Saavedra el arco de La Villita es un mensaje de triunfo. Cuando Saavedra se graduó con su doctorado de la Universidad Johns Hopkins, ella posó bajo el arco demostrando a su comunidad que no solo venció las adversidades, sino que también se enorgullece de sus raíces.
“No podría haber hecho lo que hice sin mi educación”, dijo Saavedra.
Aunque está orgullosa de que el arco esté siendo reconocido como un monumento oficial en toda la ciudad, ella dijo que el reconocimiento está “muy atrasado”.
“[El arco] es el corazón de La Villita. No hay La Villita sin eso”, agregó.
Otros residentes, como Ana Solano, de 27 años, tienen opiniones diferentes sobre la decisión tomada por el departamento de la Comisión sobre Chicago Landmark y el Concejo Municipal.
Solano, quien ha sido residente de La Villita por más de 20 años y vive cerca de la Planta de Carbón de Crawford, dijo que aunque la decisión es histórica, ignora los problemas más importantes de la comunidad.
“Creo que es genial que marquemos nuestro lugar en la historia, pero, de nuevo, también se siente muy performativo porque realmente no parece que sea algo sustancial con lo que las personas puedan mejorar sus vidas”, dijo Solano.
Una organizadora en su tiempo libre con Únete La Villita, una organización de voluntarios que se enfoca en abogar por viviendas asequibles, Solano está más preocupada por la respuesta de la ciudad a los desafíos de su comunidad.
“La renta está subiendo”, dijo. “Muchos de nuestros vecinos están siendo desplazados. Con salarios bajos y aumentos de alquiler, se siente performativo.”
“¿De qué sirve convertirlo en un monumento oficial si las personas que se están desplazando ni siquiera van a poder disfrutarlo, no va a ser un reflejo de la comunidad que está aquí”, agregó.
Solano espera que los líderes de la ciudad y la comunidad tengan la misma iniciativa para trabajar en mejorar e invertir en las vidas de los residentes de La Villita.
Según un documento de la Ciudad de Chicago, el arco de La Villita fue diseñado por el arquitecto mexicano Adrián Lozano y construido por Balti Contracting Co. en 1990. Con un costo de alrededor de $275,000, la estructura está configurada para parecerse a entradas arqueadas similares que se encuentran en las calles de México.
El arco de La Villita tiene un arco anaranjado, dos torres de estuco con cúpula, pasajes en las aceras, un reloj mecánico, un patrón de diamantes en mosaico, un techo de tejas de arcilla naranja y un letrero de metal negro que dice “Bienvenidos A La Villita”.
El concejal Michael D. Rodríguez del Distrito 22 le dijo a La DePaulia por correo electrónico que, como residente de toda la vida de La Villita, está emocionado por la designación histórica.
“El monumento oficial es un reconocimiento de la importancia de La Villita y de las comunidades mexicoamericanas e inmigrantes en nuestra región”, dijo Rodríguez. “Los mexicanos americanos de todo el Medio Oeste reconocen el arco con el mensaje ‘Bienvenidos A Little Village’, como un símbolo de su hogar.”
Conocido a menudo como el “México del Medio Oeste,” los inmigrantes mexicanos comenzaron a llegar a La Villita y otros vecindarios a finales de la década del 1970. Según datos de la Oficina del Censo de EE. UU. y WBEZ, los latinos en Chicago son el segundo grupo más grande y representan el 29.9 por ciento de la población de la ciudad.
“La Villita es donde cientos de miles de personas de ascendencia mexicana han vivido, trabajado, adorado o realizado negocios durante al menos las últimas siete décadas”, dijo Rodríguez.
En un informe del 2020, el distrito comercial de dos millas que conforma la Calle 26 fue la segunda franja minorista con mayor recaudación en Chicago siendo superada solo por la Magnificent Mile, que es hogar de marcas lujosas y de alta gama.
“El reconocimiento histórico del arco de La Villita es también un reconocimiento de la vitalidad y fortaleza económica de La Villita y de la comunidad mexicoamericana en el Medio Oeste de los Estados Unidos”, dijo Rodríguez. “Estoy feliz de que el arco haya recibido un estatus que honra su belleza arquitectónica y su importancia cultural”.