Mes de la Historia Afroamericana: Afrolatinas destacan la complejidad de sus raíces

La primera vez que Ariana Collazo, una estudiante de tercer año en la Universidad DePaul, escuchó hablar de una persona afrolatina en la escuela fue el año pasado, durante su clase afrocaribeña, cuando la novelista haitiano-estadounidense Edwidge Danticat vino a hablar a su clase. 

“Escuchar su historia fue realmente inspirador y nunca la olvidaré”, dijo Collazo. 

Collazo dijo que se sintió conectada con la experiencia de la autora de ser condenada a esconderse y la forma en que sus compañeros de clase la trataban de manera diferente al descubrir su entorno puertorriqueño y afroamericano.

Collazo dijo que recuerda que los niños de la escuela primaria se burlaban de ella cuando descubrieron que su madre era afroamericana.

“Por supuesto, al no hablar español, siempre decían ‘¿Cómo es que eres puertorriqueña de verdad si ni siquiera puedes hablar español y tu madre es afroamericana?’ dijo Collazo.

Ariana Collazo frente a secundaria Lane Tech. (Ariana Collazo)

Aunque en los Estados Unidos el cinco por ciento de la población se identifica como afrolatina, según 2019 Pew Research. Hay alrededor de 150 millones de afrolatinos en la población total de 540 millones de América Latina según un Informe SRC.

Las historias de las afrolatinas se han borrado en gran medida de los discursos educativos, dejando que las personas aprendan por sí mismas y se enfrenten a las repercusiones de no verse representadas. 

La invisibilidad de los afrolatinos en el discurso popular y los medios, lleva a muchos jóvenes a luchar con la validez de su identidad étnica.

La Dra. Jacqueline Lazú, decana asociada y profesora de la Universidad Depaul, dijo: “No tener tus narrativas centradas en ninguna tradición histórica, tradición cultural a la que perteneces te hace sentir excluida. Te hace sentir que no eres digna, te hace sentir que tu experiencia, tu historia y quién eres no importa”.

La comunidad también tiene ideas racistas que hacen que los afrolatinos sientan que deben favorecer sus raíces latinas en lugar de sus raíces negras para evitar prejuicios, algo común si tienen la piel más clara. 

Michelle Bueno Vásquez, candidata a doctorado en la Universidad Northwestern, que estudia ciencias políticas y la diáspora afrolatina transnacional, dijo: “para algunas personas, eso es algo difícil de tener en cuenta, se exponen al daño racista, inconscientemente algunas personas simplemente no quieren ir allí, prefieren no identificarse con sus raíces negras”.

Michelle Bueno Vasquez en Las Terrenas, República Dominicana. (Michelle Bueno Vasquez)

Según un estudio de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, los latinos que se identifican con sus raíces negras tienen ingresos más bajos, tasas de desempleo más altas, tasas de pobreza más altas, menos educación y menos oportunidades que aquellos que se identifican como “blancos” u “otros”. 

Bueno Vásquez dijo que la movilización de las organizaciones políticas latinas ha alentado a muchos afrolatinos a identificarse con latinos en vez de con sus raíces negras para obtener más fondos del gobierno.

Este comportamiento táctico conduce a la esencialización del movimiento minoritario, cuando los movimientos minoritarios establecen características culturales o biológicas que comparten todos los miembros para crear una categoría unificada que beneficia a la mayoría dentro de la minoría.

“Deja a personas como yo, afro-latinos o latinos indígenas, o latinos que no hablan español como brasileños, haitianos y no proporciona nuestra seguridad, nuestra inclusión y nuestros beneficios, y utiliza fondos que esencialmente les ayudamos a obtener”, dijo Bueno Vásquez.

Los afrolatinos niegan su raíces negras:  “también significa que tienes que negar partes de ti misma y probablemente encuentres muchas microagresiones por estar en esos espacios”, dijo Bueno Vásquez. 

Además, Bueno Vásquez y Collazo se encontraban entre las muchas mujeres afrolatinas que experimentaron baja autoestima en su juventud.

Bueno Vásquez recuerda que alrededor de los nueve o diez años: “le rezaba a Dios para que me despertara más liviana y con el pelo más lacio y los ojos verdes”, mientras que Collazo dijo que recuerda haber pensado que era fea. 

Bueno Vásquez dijo que educar a las niñas sobre historias afrolatinas y verlas en los medios de comunicación a una edad temprana puede ser beneficioso porque puede ayudar a superar el período de autodesprecio y modestia por el que pasan muchas. 

Bueno Vásquez aconseja a la gente a reconocer el racismo interiorizado que todos tenemos en cuanto a la apariencia propia y de los demás. 

Ella preguntó por qué uno puede encontrar ciertas cualidades atractivas pues “cuando pensamos en la atracción o el gusto sexual, muchas veces es la reproducción de jerarquías racistas aprendidas y cosas que creemos que otorgan privilegios”. 

Lazú dijo que el problema radica en los estándares de belleza occidentalizados dominantes que América Latina y Estados Unidos han construido para proyectar deliberadamente una imagen negativa de las personas de piel oscura. 

Lazú dijo que las afrolatinas deben estar “dispuestas a comprender y cambiar las formas en que podemos ser cómplices, incluso sin darnos cuenta, de reforzar esos estándares de belleza y sistemas de opresión. Deberíamos exigir representación y abogar por la inclusión de mujeres negras e indígenas en los espacios que nos faltan”.

Para obtener más información sobre cómo promover la visibilidad de la cultura afrolatina, visite el sitio web de Foro Afro Latino en línea.