Aprobación de nuevo hospital en La Villita trae temores frente a la gentrificación

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Santiago Posada-Jaramillo | La DePaulia

El Concilio Municipal de Chicago aprobó que el terreno ubicado en La Villita sea desarrollado como un nuevo hospital y otros servicios.

El ​​Concilio Municipal de Chicago aprobó una inversión de fondos para la reubicación del Hospital St. Anthony en la calle 31 con Avenida Kedzie, en La Villita, con el fin de buscar invertir en el desarrollo comunitario y proveer a la población un centro de salud más accesible.

La reubicación de este hospital es solo una parte del megaproyecto pensado para esta zona, llamado Focal Point. 

Entre lo planeado, el sitio web de Focal Point dice que incluirá restaurantes, campos deportivos, un teatro, vivienda asequible, entre otras, además del hospital.

Las respuestas de la comunidad frente a este proyecto son divididas. 

Hablé con una residente de La Villita quien ha vivido en la comunidad por todo su vida y que trabaja como asistenta médica, que quiso ser identificada por sus iniciales, LT.

Ella dijo que a pesar de que siente que el proyecto puede traer incluso más tráfico a la calle 31, en su opinión la calle ya presenta mucho tráfico.

“Traerá más personas a los locales en La Villita”, dijo LT. “Creo que beneficiará a la comunidad trayendo más empleos”.

Pero no todo el mundo está feliz sobre las posibles consecuencias de este proyecto. Existe cierto temor de que esto pueda generar gentrificación en el barrio.

Euan Hague, director de la escuela de servicio público en la Universidad DePaul, ha enfocado su carrera y estudios investigando la gentrificación.

“La palabra gentrificación fue inventada por una socióloga llamada Ruth Glass”, dijo Hague. “[Glass] la definió como cuando personas de clase media y alta se mudan a un barrio de clase baja hasta el punto en que los residentes de clase baja son desplazados y las características del barrio han sido completamente cambiadas.”

En La Villita, Carolina Ayala, dueña de una floristería y un mall comercial, habló sobre las consecuencias y beneficios que este proyecto puede traer al sector.

“Depende, si estás rentando o si eres dueño de la propiedad”, dijo Ayala. “Si no hacen cosas como esas, inyectar proyectos multimillonarios como un servicio para la comunidad, entonces cómo te sigues quejando de que no hay hospitales o que no tenemos una comunidad bonita o que no hay parques o cosas así, si no estás permitiendo que la gente lo haga. Con eso, inyectar dinero en la comunidad viene cambio y tienes que aceptarlo.”

El dilema que parece tener que enfrentar la población de La Villita es este: 

¿Es mejor aceptar el desarrollo con el riesgo de que llegue con gentrificación o tratar de conservar el barrio intacto pero en un estado de desinversión?

“Esto es lo que ha pasado. Como la comunidad no ha recibido un millón de dólares del congreso antes, por muchos años ha estado en desinversión, cuando este tipo de dinero llega a la comunidad trae tanto oportunidades como desafíos”, dijo Hague.